Huele a cabrito en concierto
| Autor | Alejandro Fernández |
Critico Musical
El fenómeno de la migración de músicos y compositores es algo común en la historia de la música.
Siempre en busca de mejores oportunidades hay casos notables como los de un Jean-Batiste Lully, italiano que se convirtió en el músico más influyente de Francia gracias a su buena relación con Luis XIV; Antonio Salieri también fue músico oficial de la corte imperial austriaca; el alemán Jorge Federico Haendel desarrolló una gran parte de su carrera en Inglaterra, a tal grado de ser considerado uno de los músicos por excelencia en ese país; otro italiano, Luigi Cherubini, emigró a Francia y fue director del Conservatorio de París durante muchos años; su coterráneo Gasparo Spontini era el músico oficial de la corte de Napoleón.
Johann Christian Bach, el hijo menor de Johann Sebastian, fue conocido como el Bach de Londres, el alemán Giacomo Meyerbeer dejó su país por Francia como lo hizo también Gioacchino Rossini. La lista puede resultar interminable.
No nos extrañe que músicos nacionales o extranjeros hayan escogido a nuestra ciudad para residir, producir y fecundar el ámbito musical con su trabajo.
La mayoría de los compositores que formaron parte del primer programa del año que presentó la Sinfónica el jueves en el Teatro Universitario, son en su mayoría nacidos fuera de Nuevo León y, sin embargo, son considerados ya como músicos de esta región.
El maestro Félix Carrasco, él mismo un "regio por adopción", decidió atinadamente comenzar esta temporada con las composiciones que forman parte de su primer disco con la orquesta.
Además de incluir las composiciones de estos creadores arraigados en esta tierra sumó la presencia musical de don Armando Villarreal, el único nacido en nuestro estado.
El programa fue estimulante de principio a fin. Algunas de estas piezas ya habían sido ejecutadas, pero al escucharlas tuve la sensación que nos da lo nuevo.
Disfruté enormemente la elocuencia, la riqueza de sonoridades y el colorido orquestal del "Cañón Huasteca", de Paulino Paredes.
Para quienes no conocíamos el ciclo de canciones "Trilogía de los pájaros", el maestro Silvino Jaramillo nos dio una gran sorpresa con la fusión de humor, romanticismo y delicadeza melódica, todo dicho con una concisión admirable.
Las canciones no son fáciles desde el punto interpretativo. Ivet Pérez logró dominar el riesgoso registro agudo que domina en dos de las piezas y lidiar con un singular dueto de trompetas en "Pájaros de hoy".
Hernán Palma y Meza, el más...
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