Hoyo negro

Nació en 1990 para evitar la vorágine: para apagar la amenaza de una crisis mayor, para fortalecer a un sistema financiero cayendo, directo, al hoyo negro.

Pero hoy, a ocho años de su creación, el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) es lo opuesto. Es él quién chupa, ahora, como hoyo negro. Es el peligro latente, la amenaza advertida.

Los especialistas, las corredurías y los analistas coinciden en que estos casi 43 mil millones de dólares que pasarán al Banco de México como deuda interna constituyen un problema serio para el sistema financiero.

Y las advertencias sobran:

"Hay presión de muchas partes para que ya se tome una decisión rápida", dijo Ursula Wilhelm, directora asociada de Instituciones Financieras de Standard and Poor½s (S&P).

La correduría francesa Paribas advirtió, en un estudio, que México tiene que resolver riesgos asociados a puntos económicos y políticos esenciales, entre los que se incluye la reestructuración de los créditos del Fobaproa .

Especialistas de banca coincidieron, igual, en que el proceso de venta de los activos en manos del Fobaproa se debe acelerar.

El punto esencial radica en que el Gobierno no quiere absorber más costos fiscales y que los activos son una bomba de tiempo.

De acuerdo con los grupos de trabajo que han realizado diversas recomendaciones en la materia, la división de Fobaproa ofrece la ventaja de separar las funciones de compra y recuperación o venta de activos, eliminando un posible conflicto de intereses.

Permite además establecer el comienzo de una nueva etapa en la que el seguro de depósitos iniciaría como una entidad sin pasivo; definir en Ley el mandato para la recuperación; dejar la función de recuperación a cargo de una sola entidad que controlara los activos.

Al día de hoy, en la función de recuperación participan la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Además, Fobaproa no administra directamente los créditos: permanecen en los bancos que vendieron la cartera, y en el caso de los bancos intervenidos está a cargo de los interventores gerentes.

La correcta y rápida recuperación de los activos en poder de Fobaproa, han reconocido las propias autoridades, es elemento indispensable para reducir el costo fiscal del rescate bancario y que asciende a 389 mil millones de pesos.

Durante 1998, el Gobierno federal tiene programado pagar siete mil millones de pesos del costo fiscal asociado al paquete de apoyo al...

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