'Por los hospitales ni se puede pasar'

AutorEmilia Martínez

Aldo Rodríguez no tuvo dudas cuando Médicos Sin Fronteras (MSF) le ofreció ir a la Franja de Gaza. Había pasado ya un mes de guerra en el enclave palestino tras los ataques terroristas de Hamas en suelo israelí el 7 de octubre, y los bombardeos en Gaza no cesaban. "Voy a donde la organización me requiera. Venía de terminar un proyecto en Sudán, tenía un mes libre y me dijeron de la disponibilidad de Gaza, si me interesaba, y lo acepté", declaró en entrevista con Grupo REFORMA este médico originario de la Colonia Villa Mitras y de la zona Cumbres de Monterrey, Nuevo León. "La verdad no tuve dudas. Sabíamos que era difícil entrar, que los bombardeos estaban siendo súper severos, pero sabíamos que había necesidad". Para el egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León, quien colabora con MSF desde 2018, fue su primera vez en Gaza, pero no en zonas de conflicto armado, pues anteriormente había estado en Yemen, Afganistán, República del Congo y la República Centroafricana, entre otros lugares. Entró al enclave palestino el 14 de noviembre como parte de una comitiva integrada por 13 personas, entre médicos y coordinadores de proyecto. "He estado en otros conflictos armados y este fue muy diferente porque el hecho de poder acceder a la zona es súper complicado. Llegando a la frontera con Egipto en Rafah sientes la tensión, sientes y escuchas el dron (de las fuerzas de Israel) 24 horas sobre ti, y obviamente los bombardeos 24 horas lejos y cerca están por toda la Franja de Gaza", describió el médico de 38 años. Los primeros 10 días, Rodríguez y sus compañeros trabajaron en el hospital de al-Nasr apoyando a los cirujanos plásticos locales y tratando de desahogar la carga de trabajo. Después, el equipo se dividió para tratar de abarcar más secciones del enclave. "Ya en el hospital al-Aqsa yo era el encargado de un área especial de quirófanos que abrimos para disminuir la carga de trabajo en los quirófanos centrales", explicó. Ese centro médico, dijo, estaba habilitado con 200 camas pero tenía a entre 400 y 500 pacientes. Al-Nasr, en tanto, estaba habilitado con 300 camas pero tenía el doble de enfermos. "En Al-Aqsa hacíamos como 30 cirugías al día entre grandes y pequeñas, y en la parte central, los cinco quirófanos principales unas 40 cirugías. Trabajábamos en cierto horario, y en la noche me iba al quirófano principal para tratar de asistir y ayudar a mis compañeros que estaban súper cansados", describió Rodríguez. El flujo de heridos que llega a los...

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