Horacio Marchand/ Mi auto y yo
| Autor | Horacio Marchand |
Hay quien afirma que todo lo que tiene que ver con nosotros es una proyección. Desde la pareja que elegimos, la ropa que usamos, los lugares con los que soñamos y hasta los autos que manejamos son una proyección de nosotros mismos; como si fueran extensiones de nuestro propio ser.
Poseer un auto no es solamente tener un vehículo en qué movernos; es también tener una actitud y una personalidad: Dime cómo es tu automóvil y te diré cómo eres.
Este objeto de transporte y de auto-afirmación es tan importante, que no falta quién le dé más importancia al automóvil que a su propia casa: autos de lujo, casa modesta.
Las compañías buscan constantemente la forma en que sus productos le lleguen al consumidor de una manera tal que éste lo compre ansiosamente, casi como si su propia seguridad dependiera de poseerlo.
¿Se imaginan a un amante de Harley Davidson sin su motocicleta? ¿Una mujer vanidosa sin un vestido nuevo para esa boda especial?
¿A Paulina Rubio en un Grand Marquis azul marino? ¿A Adal Ramones en un Cavalier blanco? ¿A Lorena Herrera con un Jetta verde? ¿Y si el auto oficial de Gobierno -el que le compran a los Secretarios y subsecretarios- fuera un BMW convertible rojo?
Los automóviles y sus colores tienen un significado implícito.
Recientemente apareció una intrépida investigación que asegura que los autos favoritos o ideales de las mujeres reflejan el tipo de hombre les gustaría tener.
Si teniendo todo el dinero del mundo, una mujer compra una SUV o una camioneta, quiere decir que su hombre ideal debe ser seguro, confiable, fuerte, alguien en quien se pueda apoyar cuando el camino tenga baches.
Para la mujer que desea un automóvil deportivo, la principal característica en un hombre es el físico. Busca un hombre alto, masculino, guapo, fuerte.
Soñar con un auto de lujo representa el nivel social al cual quiere pertenecer la mujer. Para esta mujer el estatus es crucial en sus relaciones y busca a alguien altamente educado, con quien pueda tener la familia perfecta.
Si a la mujer realmente no le importa el tipo de auto con tal de que la pueda transportar de un lugar a otro, significa que tiene una postura abierta y flexible ante el hombre ideal, siempre y cuando la trate bien.
Las interpretaciones en los hombres pueden llegar a ser todavía más audaces.
En el caso de los hombres el tipo de auto que desean -no siempre el que tienen en la actualidad- puede revelar sus fantasías sexuales.
El hombre que desea un carro deportivo como el Corvette...
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