Hora de montar el dragón

AutorAnaline Cedillo

Texto y fotos: Analine Cedillo

Enviada

BUSAN, Corea del Sur.- Un hombre, que se protege del sol bajo un sombrero, empuja una carreta que lleva ondeando la bandera de Corea del Sur. La escena se antoja para una perfecta postal bucólica, a no ser porque lo hace entre los autos que circulan por Busan, la mayor ciudad portuaria del país.

Después de Seúl se trata de la segunda urbe más poblada del país (3.6 millones de habitantes), a donde llegan cruceros internacionales como parte de sus recorridos por otros puertos de Asia.

Busan es también epicentro fílmico: desde hace 18 años, cada octubre se realiza el Festival Internacional de Cine de Busan, que convoca a cineastas para la proyección de estrenos mundiales. Además, en los últimos años se han rodado películas coreanas como Nameless Gangster: Rules of the Time, de Yun Jong-bin, una de las más taquilleras del país el año pasado.

Para quienes llegan en crucero, la sucursal cerca del puerto de la tienda departamental Lotte (una de las cadenas surcoreanas más populares) es comúnmente punto de partida para adentrarse en la vida cotidiana de Busan, echar un vistazo a sus aparadores y asolearse en sus concurridas playas.

Hacia Yongdusan Park, uno de los pulmones urbanos de Busan donde la gente acude a hacer caminatas y avistamiento de aves, el trayecto se emprende a pie. Redes, hilos, cuerdas y otros artilugios de pescadores abarrotan las pequeñas tiendas que hay en el camino.

El parque se localiza en el Monte Yongdusan, que toma su nombre por la forma de cabeza de dragón que éste tiene visto desde las alturas, y la creencia popular de que guarda un espíritu capaz de combatir a los enemigos provenientes del mar.

Para subir se usa una gran escalera eléctrica techada que lleva desde Gwangbok-dong -conocida como la calle de la moda en Busan- hasta una explanada en el parque.

Cuesta arriba, frente a la imagen de un Buda y debajo de decenas de linternas de colores algunos habitantes se detienen, juntan sus manos y permanecen así algunos segundos en silencio.

Al llegar, lo primero que llama la atención es la espigada Torre Busan cuyo mirador fue construido inspirado en la arquitectura de Bulguksa, el templo budista de Gyeongju, nombrado Patrimonio Mundial del Humanidad por la UNESCO en 1995.

También figura una estatua del general Lee Sunsi, comandante de la dinastía Joseon (1392-1910), famoso por sus victorias en contra de los japoneses.

Dentro de Yongdusan Park, el punto predilecto de los viajeros que...

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