Cuando la hora final se convierte en debate
| Autor | Silvia Ruano |
Rodeado de monitores e invadido por cables, tubos y sondas, yace el cuerpo de una joven de sólo 27 años.
Tras sufrir un grave accidente automovilístico, los médicos consiguieron evitar su muerte, pero una infección acaba de disparar una falla orgánica en cadena: su presión cede, hay sangrado interno y daños irreversibles.
"Es evidente que no va a haber recuperación, yo sé que ustedes quieren lo mejor para ella, que se recupere, pero eso ya no es posible; hay que tomar una decisión", sentencia el médico responsable a la familia de la joven.
"Si la mantenemos en el respirador y con el soporte vital que le estamos dando, vamos a prolongarle la vida por un tiempo, no les puedo decir cuánto, pueden ser horas o días".
¿Qué hacer?, ¿suspender el tratamiento significaría matarla?, ¿y si mejor nadie interviene?
Encrucijadas como ésta confunden a diario a cientos de familias que se preguntan si al tomar cualquier decisión estarán en la antesala de la eutanasia.
El tema que de manera intermitente va y viene en la pantalla grande, en los curules del Congreso, la tribuna de los políticos, el púlpito de las iglesias o en la sobremesa, es hoy el centro de un complejo debate nacional y local.
Esta vez la discusión vuelve tras el surgimiento de diferentes propuestas para analizar el tema y considerar la posibilidad de legislar en la materia.
En la Ciudad de México, el PRD presentó ante la Asamblea Legislativa capitalina una iniciativa para reformar la Ley de Salud y el Código Penal local y permitir la suspensión del tratamiento crítico a enfermos terminales.
La iniciativa provocó diferencia de opiniones entre partidos, funcionarios del Gabinete Presidencial, autoridades de la jerarquía católica en el país y la comunidad en general.
Aquí, el psiquiatra Fidel de la Garza presentó al Congreso del Estado una iniciativa ciudadana similar, para reformar el Código Civil y reglamentar el derecho de las personas a decidir el tipo de atención médica que desearían recibir en situaciones críticas.
De la Garza propuso la creación de un documento que denomina "Mandato para el tratamiento en el cuidado de la salud", en el que, con firma ante notario, las personas darían a conocer sus deseos.
Este formato se podría utilizar si la persona cayera en fase terminal, sufriera una lesión, daño cerebral o cualquier condición irreversible que anulara su esperanza de recuperar una calidad de vida aceptable.
Tema controversial
Al abordar el tema, las posturas se dividen: unos...
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