La hora que dicta Jamaica

AutorCarmen González

OCHO RÍOS, Jamaica.- Muy pronto aprendemos que el tiempo en Jamaica no se mide en horas, sino en cuántas veces has escuchado la misma canción de Bob Marley. Es la quinta vez que suena Could you be love cuando el autobús llega al parque Dunn's River Fall. Estamos a punto de admirar una de las tantas maravillas naturales de la isla, una cascada que desemboca en el mar Caribe. Se trata de una escarpada caída, llena de rocas, por las que es posible subir, en eso consiste la aventura de hoy.

"Bob Marley está en todos lados", el guía lo dice de broma, pero es mucho más que una frase hecha. Al menos los turistas percibimos la presencia del músico a donde quiera que volteamos: en las esculturas de madera que los artesanos nos venden o en el cabello trenzado que portan hombres y mujeres por igual.

Así, acompañados de Bob, llegamos al área donde nos rentan el calzado especial para subir trepando por la cascada. No es recomendable hacerlo a pie desnudo, pues las rocas son resbalosas y el paseo se convertiría en tormento.

Bajamos por unas escalinatas de madera paralelas a la caída de agua, hasta llegar a la playa, donde unos chicos juegan futbol y el tono turquesa cálido del mar invita a nadar. Así lo hacemos, no hay prisa por subir. En Jamaica nunca hay prisa.

Exploramos la playa, nos sentamos en el muelle a ver pasar los escasos yates blancos que navegan a lo lejos. Desde un puesto de souvenirs escuchamos el "yeman", lo único que hasta el momento hemos aprendido del patois y que es a la vez saludo, agradecimiento y despedida.

Por si aún no tuviéramos suficiente, nos acercamos a los puestos a ver más de Bob: playeras, tallas en madera, pinturas, bolsos, además de las típicas boinas tejidas que llevan las trenzas integradas para lucir como todo un jamaiquino.

Antes de hacer cualquier compra, regresamos a la cascada para vivir la parte emocionante de la mañana. Comenzamos a trepar entre las piedras, el agua es a un tiempo amiga y adversaria: nos refresca y nos dificulta la subida. Su sonido hipnotiza. Poco a poco dejamos atrás la mansa estampa de la playa.

Tras la huella

Lo hemos escuchado durante todo el camino. Está en forma de música, artesanía y souvenir, y ahora vamos rumbo a Nine Mile, su pueblo natal.

A Bob Marley los jamaiquinos lo ven más como un héroe nacional que como una estrella del reggae.

A la salida del parque Dunn's River Fall ya nos esperan en una camioneta. "Dos horas de trayecto, "yeman", no se preocupen", eso dice Delroy McCormack...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR