Homero Aridjis/ Sálvelas, cómalas

AutorHomero Aridjis

La ballena es un mamífero inteligente y sociable, suele vivir en grupos familiares, se comunica a través de grandes distancias en su propio lenguaje de sonidos. La ballena jorobada cambia su canto cada año. Es el canto más largo y complejo en todo el reino animal, una verdadera música de la tierra. Cada jorobada tiene marcaciones distintas en sus aletas caudales, lo que ha permitido identificar a miles de individuos, y seguir sus actividades año tras año. Nuestra ballena gris, nacida en las lagunas de Baja California, pero ahora de vuelta en los mares árticos de Bering, Chukchi y Beaufort, donde pasa la mitad del año alimentándose, está por el momento a salvo de nuevas incursiones de la Exportadora de Sal. Su migración de casi 20 mil kilómetros ida y vuelta es de las más largas emprendidas por cualquier mamífero. Su conducta amistosa en nuestras lagunas ofrece la oportunidad mágica para los seres humanos de interactuar con un especie silvestre. La ballena franca (conocida en inglés como "right whale", identificada así por los balleneros como la ballena más apropiada para cazar) también es juguetona. ¿Las ballenas podrán perdonar al hombre por haberlas matado tan cruelmente y en tantas cantidades?

En 1986 el mundo se dio cuenta de que las ballenas estaban en peligro de desaparecer, cazadas durante un par de siglos hasta el borde de la extinción. La Comisión Internacional Ballenera implementó una moratoria sobre la caza para fines comerciales de todas las especies de ballenas que pueblan los océanos, y éstos se volvieron su santuario. Sin embargo, Japón volvió a la caza de ballenas en 1987, aduciendo como justificación la investigación científica. Ahora su argumento es el de estudiar el efecto sobre los recursos marinos del consumo de pescado por las ballenas. Los defensores de la ballena ven en esto un mero pretexto para la caza comercial, ya que la carne de las ballenas cazadas para "investigación" se vende en el Japón para consumo humano, y a precios elevados. Las ballenas están protegidas por el CITES, que prohíbe el comercio internacional de sus partes y productos. Pero en la actualidad Japón busca importar hasta 100 toneladas anuales de carne de ballena cazada por balleneros noruegos, porque ya no tienen dónde almacenar la carne de ballena en Noruega. No parece ser muy buena idea, porque algunos estudios han mostrado que la carne de ballena minke, cazada por los noruegos, tiene altos índices de mercurio y de PCBs. Estas sustancias son...

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