Homero Aridjis / 'Mare Nostrum'
| Autor | Homero Aridjis |
El Mediterráneo es un mar del Océano Atlántico de unos 2.5 millones de kilómetros de extensión, con una salida al Atlántico por el Estrecho de Gibraltar, al Mar Rojo por el Canal de Suez y al Mar Negro por los estrechos de los Dardanelos y del Bósforo. Hoy 21 países y varios territorios tienen litorales sobre el Mediterráneo, aunque hace poco menos de dos milenios, a partir del 117 de la era cristiana, todo lo que lo rodeaba pertenecía al Imperio Romano (de ahí Mare Nostrum, Nuestro Mar).
Mas como se preguntó (y contestó a sí mismo) Fernand Braudel en El mediterráneo, el espacio y la historia, "¿Qué es el Mediterráneo? Mil cosas a la vez. No un paisaje, sino innumerables paisajes. No un mar, sino una sucesión de mares. No una civilización, sino civilizaciones amontonadas unas sobre otras. Viajar por el Mediterráneo es encontrar el mundo romano en Líbano, la prehistoria en Cerdeña, las ciudades griegas en Sicilia, la presencia árabe en España, el Islam turco en Yugoeslavia. Es sumergirse en lo más profundo de los siglos, hasta las construcciones megalíticas de Malta o hasta las pirámides de Egipto. Es encontrar muy viejas cosas todavía vivas bordeando lo ultramoderno: a lado de Venecia, falsamente inmóvil, la pesada aglomeración industrial de Mestre; al lado de la barca del pescador, que es todavía la de Ulises, el barco devastador de los fondos marinos y los enormes petroleros... Todo esto porque el Mediterráneo es un viejo corredor. Desde hace milenios todo ha confluido hacia él, mezclando, enriqueciendo su historia: hombres, bestias de carga, coches, mercancías, navíos, ideas, religiones, artes de vivir".
Por su parte, la Unión Mundial para la Naturaleza (siglas en inglés IUCN) identifica a la región mediterránea como una de las de mayor biodiversidad del mundo, rica en anfibios, mamíferos, especies marinas y plantas, y de suma importancia para las 2 mil millones de aves migratorias, de 150 especies distintas, que se detienen en sus humedales.
Gracias a la propaganda turística, la palabra "Mediterráneo" todavía evoca la imagen de aguas intensamente azules confundiéndose con un cielo de igual intensidad, de delfines saltando entre olas transparentes y de alegres barcos veleros. En realidad, éste es el mar más contaminado del mundo, convertido hoy día en un excusado de aguas tibias y saladas donde flotan o caen hasta el fondo la basura, los desechos sólidos, las aguas negras (el 80 por ciento arrojadas sin haber sido tratadas), los residuos...
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