Homero Aridjis / Charnay y los paraísos perdidos
Autor | Homero Aridjis |
Cuando visitamos hoy Chichén Itzá, Teotihuacan, Palenque o Yaxchilán vemos edificios arreglados, liberados de vegetación, tierra y escombro, y rara vez la gente se pregunta, o puede imaginar, cómo se encontraban estos sitios claves de las grandes culturas mesoamericanas antes de que fueron investigados, restaurados y reconstruidos por generaciones de arqueólogos mexicanos y extranjeros.
A mediados del siglo XIX, inspirado por los libros ilustrados de John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood sobre sus exploraciones de la civilización maya Incidents of Travel in Central America, Chiapas, and Yucatan y Incidents of Travel in Yucatan, vino a México quien se convertiría en fotógrafo, viajero, explorador, arqueólogo, antropólogo y escritor, y también en uno de los primeros fotoetnógrafos (más de un siglo antes de que se inventara este término, que identifica a los que buscan representar otras culturas a través de la fotografía). Durante sus dos expediciones en nuestro país (1857-1860 y 1880-1886), el francés Désiré Charnay (1828-1915) tomó más de mil imágenes de sitios en Tula, Teotihuacan, Iztaccíhuatl, Chichén Itzá, Uxmal, Comalcalco, Palenque, Yaxchilán y Mitla, de paisajes y pueblos en Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo y Tabasco, y una serie de fotos de lo que entonces se solía llamar "tipos raciales": lacandones, mayas, mixtecos y yucatecos. Una selección de estas fotos, además de otras imágenes captadas por él en Madagascar, Java y Australia, acaba de exhibirse en París en el Museo del Quai Branly, donde figuraron en la primera exposición dedicada a las fotografías de Désiré Charnay.
Cargando con mil 800 kilos de aparatos fotográficos, placas de vidrio, un laboratorio para sacar las imágenes y demás equipaje misceláneo, Charnay se adentró primero en Yucatán, y luego en otras partes del país. En cada sitio se aprecian las figuras humanas posadas junto a los edificios para mostrar la escala de la construcción, cómplices que se asoman por un arco o se plantan al pie de una columna. Está el Palacio de las Monjas y la Casa del Enano en Uxmal, el Castillo en Chichén Itzá, el gran castillo en Mitla, el Templo del Sol en Palenque (así los identificó Charnay). En Izamal captó a una enorme cara de estuco sobre un costado de la pirámide, desaparecida ya sin dejar rastro. Ek Balam (o "jaguar negro") se empezó a excavar en 1994, aunque según los arqueólogos era una ciudad muy importante. En una foto de Charnay de 1886, se vislumbra el "palacio doble"...
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