Homenaje a deidad de la luna

COYOLXAUHQUI VISTE pantalones ajustados y playera verde fosforescente, como un muchacho rebelde. Pero no es un muchacho, aunque lo parezca, sino un actor de 50 años, Gabriel Garduño, el que entra al Museo del Templo Mayor vestido de colores vibrantes y botas tipo punk.

Minutos después se despoja de la ropa chillante, se enreda serpientes en el cuerpo y corona su cabeza con un penacho azul para convertirse en Coyolxauhqui, la diosa lunar.

El autor y actor es conocido como Gabito Cuentacuentos.

Garduño lleva por primera vez al auditorio Eduardo Matos Moctezuma del Museo del Templo Mayor un montaje sobre Coyolxauhqui, para festejar los 35 años de su hallazgo en el Centro Histórico.

En el monólogo, escrito por el actor y avalado por el arqueólogo Carlos Javier González, director del recinto, Coyolxauhqui explica su ira al descubrir embarazada a su madre Coatlicue, la Tierra, y cómo pretendió matarla por esa afrenta, junto con sus hermanos los Cuatrocientos del Sur, las Estrellas.

El niño que estaba en su vientre, Huitzilopochtli -el Sol-, nació para defender a Coatlicue, combatió con la instigadora, la decapitó y la arrojó desde la cima del cerro de Coatepec. En cada giro de la caída, la Coyolxauhqui se desmembró.

"Pero más que la bronca entre hermanos, en la obra la muestro a ella y trato de explicar por qué es una mujer rota, sin embargo también es una mujer luna...

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