Un Hombre Sereno

AutorBlanca Ruiz

Foto: Graciela Iturbide

Amanece. Los rayos del sol invernal se filtran por la ventana del cuarto, en su casa de Espíritu Santo, Coyoacán. Manuel Alvarez Bravo abre los ojos al nuevo día y encuentra un siglo, no ha sido de golpe, sueño tras sueño, alcanza este despertar: hoy, 4 de febrero, cumple 100 años, edad única en un hombre irrepetible.

Pero, ¿quién es Manuel Alvarez Bravo? "Soy alguien que, digamos, encontró su camino en la fotografía. Intenté otras cosas, pero mi camino era determinadamente la fotografía. Estudié en la Academia de San Carlos, pero muy poco tiempo. La lectura tiene el incentivo de poderla hacer, es decir, de escribir, y siempre leí, desde niño; vi arte, mucha pintura y, desde luego, escucho música, de manera que todo esto me alimentó y se traduce en mi obra".

El decano de la fotografía contemporánea en el país, que ha inscrito el nombre de México en el mapa de la imagen mundial, es un hombre que tomó la música y la lectura como si fueran dos remos para conducirse por un río de constantes descubrimientos y, casi siempre, con la corriente a su favor.

Si bien el fotógrafo no surgió de la nada, pues como se sabe, fueron determinantes Edward Weston, Tina Modotti, Paul Strand, los muralistas especialmente Diego Rivera Eugene Atget y sus contemporáneos franceses, Alvarez Bravo tomó el pulso del cuerpo de México: gente, mujeres al sol, objetos y árboles, vida y muerte, con una mirada que se encargó de nutrir con una incesante curiosidad intelectual.

Fuera del ámbito de los historiadores y críticos de la fotografía, aparte de la legendaria Tina Modotti, ¿quién recuerda a aquellos fotógrafos que impulsaron la fotografía moderna en el país a finales de los 20? Sólo Manuel Alvarez Bravo queda vivo y llega a su centenario de manera plena y, con su inseparable sentido del humor, recibe las felicitaciones y las devuelve con alguna broma.

Después de la celebración de ayer en el Palacio de Bellas Artes, hoy el maestro pasa su cumpleaños en su casa, acompañado de su familia: su esposa, Colette Alvarez Urbajtel y sus hijas Aurelia y Genoveva.

También lo felicita Manuel Alvarez Bravo Martínez, hijo del matrimonio formado con su primera esposa, la fotógrafa Lola Alvarez Bravo (1907-1993). A finales de los 40, el fotógrafo se casó con Doris Hayden, con quien tuvo dos hijos, Miguel y Laurencia.

Aun cuando siempre ha preferido que sus imágenes sean las conocidas y no su propio rostro, éste es trazado por un coro de voces de distintas tesituras, integrado por su hijo y algunos de sus amigos: Graciela Díaz de León, Manuel Felguérez, Graciela Iturbide y Jesús Sánchez Uribe.

Guatemala 20

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