Un hombre revolucionario

AutorGerardo Martínez Cristerna

Creo que Benedicto XVI en su papado no hizo muchos cambios, pero, en su renuncia, demasiados y muy importantes para el futuro de la Iglesia, porque cobró conciencia de lo que era necesario en los momentos históricos que estamos viviendo. Los que conocen su trayectoria saben que su renuncia no es un hecho aislado, sino que ya tenía antecedentes que dejaron huella en su vida cuando renunció a su cátedra en la Universidad de Tubinga. Él estuvo consciente de que los momentos históricos en que vivía en dicha universidad no respondían a la esperanza cristiana del momento, por lo que prefirió apartarse del camino renunciando a su cátedra en dicha institución. Posteriormente, aceptó el llamado de Juan Pablo II, que lo persuadió de aceptar los dictados de la institución en contra de sus propias ideas.

Su herencia es un antes y un después para la Iglesia católica, porque su renuncia es un hecho...

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