El hombre increíble

AutorLuis Homero Echeverría

"Sí estoy entero. Nomás le presté la pierna tantito a Solín".

Gracias a su ánimo el "Kalimán" fue reconstruido, con una nueva pierna derecha vuelve a pisar firme, a atreverse a manejar, a retomar su vida y ver hacia adelante, porque a los 61 años la diabetes no lo vencerá.

La fortaleza de este súper héroe de las canchas ya se notaba desde tres meses atrás, cuando CANCHA lo visitó en su guarida secreta. Desde entonces sus deseos de restablecimiento bañaban sus enunciados, y ahora da señales de esa recuperación mediante sus primeros pasos con la prótesis que le colocaron hace 45 días.

Más entero, con su peso ideal recuperado, Javier Guzmán, el "Kalimán" de Cruz Azul en la década de los 70, se para firme, dispuesto a dejar atrás el problema de pie diabético que lo atacó y que lo obligó a la pérdida de su pierna derecha a principios de año.

"Tengo una recuperación bastante sólida, fuerte, no he dejado de realizar todo lo que me ordenan los doctores, en cuanto a ejercicios, tanto una estabilidad emocional, como física, detenerme con el pie derecho, con la prótesis y lo estoy llevando a cabo todos los días y he ido mejorando poco a poco.

"Es cuestión de adaptación, es como cuando eres futbolista, te tienes que adaptar a lo que hay afuera, al clima, a la gente, al pasto, a la cancha, lo tomo como una medida, el usar la prótesis es un poco complicado de inicio, es como cuando empiezas a caminar de niño", explicó Guzmán.

Y se empeña en andar como antes, ya sea con la asistencia de una andadera, con muletas o ya intentándolo en solitario, ahora nada puede detener al "Kalimán".

"Hay una parte del día que hago ejercicios, como en el futbol, estoy en forma, ya tengo que pensar que ya puedo caminar".

'Kalimán' al volante

Una de sus primeras aventuras, ideal para ser publicada de inmediato, será la de aprender a manejar con su pierna reestructurada y, aunque ahora puede pegarle a los pedales con la zurda, nada será más cómodo que hacerlo con la diestra, para reestrenarla.

"A partir de la semana que entra es probable que esté conmigo una persona a la que le pasó lo mismo que a mí, es una persona que maneja peseras, camiones y no sé cuántas cosas más. Voy a tener una plática con él, sobre todo para la cuestión de volver a manejar porque no me quiero privar, ni encerrar, ni decir 'no puedo', no, no, sí puedo, sí puedo".

Un "hombre increíble" como él no está solo, como vitaminas para su recuperación han sido las llamadas telefónicas de la directiva celeste...

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