Un hombre ejemplar

AutorMariana Mijares

Ya había participado en más de una decena de películas, pero, cuando Demian Bichir visitó hace seis años su primaria, la escuela Francisco Medina Ascencio, en Tlatelolco, quien atendió a la puerta no lo reconoció y no lo dejaba pasar.

Luego de que él explicara que su intención era visitar a la antigua conserje del colegio, doña Guadalupe, le pidieron que esperara. Guadalupe había muerto hace 20 años.

El panorama resulta un contraste para la cantidad de atención que tiene ahora el nacido en el Distrito Federal hace 48 años, luego de su nominación al Óscar por su actuación en Una Vida Mejor, pero en aquel tiempo, 2005, fue hasta que llegaron dos maestras, que sí veían televisión, que fue conducido hasta la hija de aquella conserje.

"Él se portó muy agradable, platicó con varias maestras y con las alumnas de sexto", recuerda Paty, quien ahora tiene 52 años.

Para Paty, es difícil contener las lágrimas, era realmente un suceso que Demian no se hubiera olvidado de su madre, a quien apodaba cariñosamente Lupita, pues solía pasar mucho tiempo con ambas mientras esperaba a que sus padres, Maricruz Nájera y Alejandro Bichir, salieran de trabajar y pasaran por él.

La escuela era un lugar agradable para Demian, disfrutaba mucho estudiar y pasaba los recreos jugando con sus compañeros y sus dos hermanos, Odiseo y Bruno, con quienes, según su madre, casi no peleaba.

En los 70 en la casa de los Bichir, que estaba ubicada en el edificio Colima de la unidad habitacional de Tlatelolco, no todo era orden y tareas, pues los fines de semana la familia solía divertirse en Chapultepec y en la Casa del Lago, en donde Demian disfrutaba de las obras y conciertos.

Fue quizá por una temprana exposición al teatro, además de la influencia de sus padres, ambos actores, que él se paró en un escenario por primera vez a los 3 años en la versión infantil de la obra El Periquillo Sarniento.

"Él era el más chico de los pericos. El director lo ponía de ejemplo porque él se portaba muy bien", recuerda su madre.

Con el paso del tiempo, y al entrar a la adolescencia, el interés de Demian por convertirse en actor se fortaleció, aunque su mamá reconoce que dejó un poco de lado los balones de futbol y se enfocó más en las mujeres.

"Demian fue el más noviero, fue teniendo varias noviecillas que no prosperaron. A ellos los siguen mucho las chamacas, pero afortunadamente escogen lo que es bueno para ellos.

"Ellos no fuman, no...

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