HOJEANDO / Gabo para siempre

AutorDaniel de la Fuente

Habría que tener de nuevo 16 años y leer por primera vez Cien años de soledad, desde cuyo inicio uno queda cautivado: "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo". El embrujo se entiende: hasta en un trance como el paredón se evoca el origen, en este caso la revelación del frío de la mano del padre.

Eso alude a lo que Gabo decía respecto a sus ocho años. A esta edad, colmado de su familia, Aracataca, sus intrigas, muertos y mitos, ya tenía las historias que llevaría a la escritura. Antes, pasaría por el periodismo, gracias al que obtuvo la carpintería para verter, a través de una oralidad única, la crónica de la estirpe más célebre de la literatura de habla hispana.

Cien años de soledad es una Biblia, porque en ella están, en su pasado, presente e incierto futuro, la pasión, desdicha y fantasía de nuestros pueblos. En este Quijote americano, le llamó Carlos Fuentes, o en esta Escritura, como la denominó Harold Bloom, la voz del narrador es tan poderosa como el dictado de un dios. Sólo así se entiende que, al terminar la novela, uno la cierre, mire pasmado a través de la ventana y, como en hechizo, la abra para recorrerla de nuevo.

Uno puede tener predilección por ciertas escenas: el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR