Una historia sin igual

AutorLupita Aguilar

Una chamarra construida con fragmentos de pantalones de origen indeterminado fue el punto de partida para la edificación de lo que hoy es una gran marca catalana: Desigual.

La historia inició como todas, con un "érase una vez", sólo que en los años 80 y con un protagonista que no era príncipe, sino un soñador vestido con jeans.

Se trata de Thomas Meyer, un caballero de origen suizo y afincado en Barcelona que fundó y es dueño de esta famosa firma. Infatigable viajero, bohemio y amante de la mezclilla, él decidió hacer moda que bautizó como multicultural, pues las inspiraciones llegan de aquí, de allá y de cualquier parte.

"La chamarra icónica, ensamblada cual rompecabezas con pantalones llenos de relatos de las personas que un día los portaron, daría el nombre a la compañía", cuenta Samuel Sánchez, director de mercadotecnia para Latinoamérica de Desigual.

En la actualidad, esta empresa, con presencia en 15 países y con...

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