La historia es de quien la trabaja

AutorREFORMA - Staff

La Historia en sí misma o los hechos históricos no tienen dueño; sin embargo, la investigación histórica y la información clasificada y ordenada es una obra intelectual, que pertenece al investigador, por lo que si un autor desea retomarla para una novela, deberá actuar conforme a derecho.

Un caso que puede ejemplificar la situación es la controversia suscitada en 2012 entre la historiadora Josefina Moguel y el escritor Guillermo Samperio; ella reveló que el autor había usado parte de su investigación para el libro Almazán, el único general revolucionario (Lectorum).

Entrevistado entonces por REFORMA, Samperio admitió haber utilizado la investigación de Moguel, pero el libro siguió circulando en librerías.

"Lo único que puedo decirle es que lo siento", expresó Samperio.

Moguel explica en entrevista que no llevó a cabo ninguna denuncia legal; que su queja fue sólo mediática y académica.

"Tampoco hablé ni me interesa hablar con el plagiario, mismo que denotó su cinismo al plagiarme mis investigaciones, así como al propio General Juan Andreu Almazán las memorias que publicó El Universal".

Para Moguel, el incidente es una irresponsabilidad y una deshonestidad. Señala que el plagio de Samperio es contra los dos autores originales, en primer término, el propio General Almazán ya fallecido, y en segundo, ella, autora de la investigación y la recopilación de materiales.

En México, dice, el plagio se realiza de manera indiscriminada, por autores reconocidos y entre individuos no especializados en la materia.

"Como es el caso de Samperio, que evidencia no tener idea del significado de la investigación histórica y académica, de lo cual resulta que quienes viven del hobby de la historia se crean historiadores, a pesar de que jamás han trabajado las fuentes primarias de los archivos", concluye.

En un caso como el de Samperio-Moguel, Marco Chacón, especialista en propiedad intelectual, señala que depende de cuál fue el uso exacto que se le dio a la información.

"Si le sirve solamente de punto de partida histórico, para, con base en esos datos, escribir y narrar una historia original, de su autoría, podría interpretarse que son fuentes utilizadas, y en ese sentido con dar crédito de las mismas sería suficiente", explica el abogado.

"Ahora bien, si la información en sí fue simplemente transcrita (más allá de la cita bibliográfica) y no cambia el sentido, ni narra una historia independiente de la información recabada por los investigadores que menciona, sí...

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