'Hijos de la Guerra': 'Los fantasmas nunca me dejarán'
Autor | Patricia Hernández |
MURAL/Corresponsal
BERLIN.- Gundel Eicken voltea sus ojos verdes hacia la ventana de su pequeño estudio, y empieza lentamente a desandar el tiempo, a veces su suave voz se entrecorta y respira profundamente para hablar: "Mire, todavía cuando escucho las sirenas de las ambulancias, la piel se me eriza, los fantasmas de mi niñez me asaltan, creo que nunca me dejarán".
Gundel tiene ahora 62 años; su pelo, que debe ser todo canoso, se esconde tras un rubio avejentado, como sus seis hermanos.
Como todos los niños y las mujeres de su ciudad, pasó muchas horas del día, y muchas noches en un sótano oscuro y frío para protegerse de los bombardeos, durante la Segunda Guerra Mundial.
La familia Eicken gozaba de una buena posición social y económica en la ciudad alemana de Lörrach, en el sur de Alemania en 1939. El padre era un prestigiado médico que tuvo que dejar a sus seis pequeños y a su mujer para enlistarse en la Wehrmacht (Ejército nazi), en 1942.
Karl Eicken fue uno de los pocos sobrevivientes que regresó a casa, pero el regreso no fue fácil. Las autoridades francesas, que ocupaban el sur del país, después de la capitulación germana, le confiscaron sus bienes, y no le permitieron continuar con su profesión.
Gundel recuerda los años difíciles para ella y sus hermanos durante la guerra y la posguerra (1945-1948). "Mire, lo que nos salvó fue la ayuda de familiares de Suiza, que de vez en cuando nos enviaban dinero y comida".
"Para comer recogíamos todo lo que se podía del campo: frutas rojas, setas, hierbas, y de eso nos alimentábamos en los años de mayor desabasto, no hay nada peor que el hambre en invierno, créame", dice Gundel.
"En esos años faltaba todo: pupitres, pizarrones, papel, pero especialmente maestros; siete millones de alemanes habían muerto, otros estaban detenidos en campos de prisioneros, entonces se capacitaron a las mujeres que voluntariamente querían enseñar.
"No sabe cuántas viudas había, millones, de pronto Alemania era un país de mujeres trabajando... fue una valiente y fuerte generación de mujeres", agrega.
En 1948, Estados Unidos otorgó créditos a Alemania por un valor de 1.7 mil millones de dólares, mismos que se utilizaron para reconstruir la economía; en 1957, Alemania ya era la...
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