Cuando el hijo se va

AutorIsrael Martínez

Para los especialistas, la mejor manera para que los padres enfrenten con madurez cuando sus hijos crecen y dejan el hogar para independizarse, es que sepan que no los pierden para siempre y que deben permitirles alcanzar sus objetivos profesionales y personales.

Para Fanny Eisenberg Glantz, terapeuta familiar y profesora del TEC de Monterrey, existen dos tipos de padres, los proactivos que están preparados para ver partir sin problemas a sus hijos y los reactivos, que volcan toda su vida en sus retoños y les resulta difícil aceptar que se vayan, cuando ellos han decidido que es el momento en empezar a volar solos.

"Al momento de que un hijo se va pueden pasar muchas cosas que dependerán del tipo de padres que sean; si son padres proactivos, que educaron a sus hijos para irse y que entienden que los hijos son prestados, el sentimiento es de satisfacción por tener un hijo independiente", dijo Eisenberg.

Los padres que se quedan solos, explicó, deben sacar provecho de esta situación y tener más tiempo para convivir juntos como cuando eran novios, buscar conquistarse nuevamente y tornar las horas de soledad en excelentes oportunidades para salir y disfrutar cada instante, que les brinda la vida y aceptar con los brazos abiertos las visitas de los hijos.

"Suele llamarse síndrome del nido vacío cuando se van los hijos; es obligación de los esposos iniciar esta nueva etapa; al independizarse los hijos pueden tener más tiempo y a veces más dinero, para poder darse algunos lujos o salir a los sitios que no visitaban", explicó.

Para la terapeuta la partida representa cerrar un ciclo y abrir otro, que no...

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