Héroes de día, rudos de noche

FOTOS: DIEGO GALLEGOS

Fugas de gas, incendios, cables caídos, retiro de ramas, recuperación de cadáveres, derrumbes, deslaves, choques, volcaduras, suicidas, personas atrapadas en un elevador y otro tipo de emergencias son el pan de cada día en las vidas de Máquina de la Muerte y Centinela, quienes además de ser luchadores profesionales, pertenecen al Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México.

La Estación Benito Juárez, Comandante Enrique Padilla Lupercio, es el cuartel donde estos dos gladiadores aguardan para ayudar a la gente que necesite de su presencia, pero también donde comparten su otra faceta, siendo la de vulcano la que los tiene como unos héroes de carne y hueso, y la lucha libre el deporte que les ayuda a escaparse un poco de la realidad.

Eso sí, a diferencia de cuando traen puesto el casco, en el cuadrilátero ambos son rudos; de ahí el mote de Bomberos Infernales.

Máquina de la Muerte es bombero primero, sargento primero instructor, certificado como instructor en los servicios de búsqueda y rescate nivel dos, al igual que Centinela; ambos maestros certificados por la SEP, y ya con tres generaciones de bomberos a cuestas.

"Soy rudo de toda la vida. He subido como técnico, pero la rudeza es lo mío. Soy una persona tranquila, callada y reservada abajo del ring, pero arriba sale mi otro yo. Me vuelvo cínico, despiadado, irónico y me gusta burlarme de mis rivales, así como me gusta hacer rabiar al público.

"Es una pasión enorme la que tengo por mis dos profesiones y mi vida personal es el complemento. Cuando tenemos una función de lucha recibimos el apoyo y permiso del Segundo Inspector, Ismael Figueroa Flores, Secretario General, para salir a cubrirla y después regresar a nuestras funciones. Tengo 17 años de servicio como bombero de la Ciudad de México, dos años más estuve en Nezahualcóyotl y uno más en la academia, así que ya sumo 20 años en esta hermosa profesión", apuntó Máquina de la Muerte.

Al Centinela, lo que le gustaba era el box y lo practicaba de manera amateur en el Ejército Mexicano, en la brigada de paracaidistas, por cinco años.

"Me di de baja y llegué a los bomberos, donde conocí a Máquina de la Muerte. Me dijo que dejara los golpes y los cambiara por los costalazos, entonces empecé a entrenar lucha y mi debut llegó a los cinco meses.

"También soy rudo, la contracara del bombero, que es muy querido e idolatrado. Disfruto lo que hago y cada que subo al ring dejo todo, como cada vez que suena la alarma", apuntó...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR