Hermanos de sangre

AutorAlejandra Pedroza Marchena

Si algo no faltaba en los barcos de los colonizadores españoles, era la fiesta.

En donde ponían pie, dejaban rastro también de su música, cantos y bailes, de tal modo que esa reminiscencia ha perdurado en la cultura popular mexicana.

Con todo y que hay un océano de por medio, el flamenco viene en un intercambio de raíces y aquí se le adopta como a una expresión propia.

Para bailar flamenco, expresa Pilar Villasante, se necesita sentir la sangre que corre en las venas porque en cada movimiento pide pasión; y en las venas mexicanas fluye con agilidad la sangre con vestigios españoles.

Villasante siente que esta expresión se respira, requiere un trabajo interior de sentimientos y en las canciones hay un registro de experiencias de los ejecutantes y los espectadores, sin importar si son de España, México u otro país.

El flamenco, comenta la directora del Estudio de Danza Pilar Villasante, actualmente se ha universalizado y se adopta con los rasgos que en los distintos lugares se le da. Surgieron, por ejemplo, los cantes de ida y vuelta, que con toques latinos cuentan anécdotas de la colonización de América.

En sus orígenes, el flamenco era segregado y considerado una expresión sólo para gitanos, pero ahora es considerado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, incluso, comenta la bailarina, hay vertientes de esta expresión folclórica española que miran hacia la fusión con la música contemporánea.

En sus distintas manifestaciones, el flamenco es un veneno que entra por la vista, luego por el oído y por las manos, resuelve la bailarina Beatriz Ramos Alatriste, directora de la academia Cibbar.

Tanto se siente esta expresión corporal que ha crecido su presencia en Guadalajara, pues de unos 20 años para acá, calcula Ramos Alatriste, se han diversificado las escuelas que lo ofrecen.

El flamenco en Guadalajara cobró fuerza en los años 70, cuando la Escuela de Danza Las Cabales prácticamente lo trajo a la Ciudad para su enseñanza.

Como participante del extinto programa Flamenqueando, de Radio Universidad de Guadalajara, Ramos Alatriste notificó que el gusto por el flamenco se ha gestado entre los municipios del Estado y en distintas partes del País, aunque en la Ciudad faltan espacios con una...

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