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Mi hermano es brujo

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Vincent

Todo comenzó hace un poco más de cinco años, aquí en nuestra casa en San Juan del Río, Querétaro.

Resulta que de la noche a la mañana, mi hermano comenzó a comportarse de una manera extraña, se hizo retraído, muy serio, raro en su actitud, cerrado a todos y de mal humor.

Un día que salió temprano a la escuela, mi madre me dijo: ¡vente, vamos a revisar el cuarto de este muchacho!

Cundo entramos... ¡oh sorpresa! en el piso de su habitación tenía pintado un pentagrama, y letras extrañas, además de unos cirios alrededor; parecía que había realizado un ritual ahí en ese lugar.

Obviamente mi madre le llamó la atención y él se enfureció mucho por andarle revisando sus cosas.

A partir de ahí, solamente permaneció con nosotros durante un mes y luego se fue de la casa.

Mi mamá es muy devota del Niño Divino, así que puso varias imágenes más en el segundo piso, que era donde estaban los cuartos de mi hermano y el mío, y trajo un sacerdote para rociar agua bendita.

Luego con mucha dificultad borramos esos signos del piso y dejamos la habitación sola.

A partir de ahí, comenzaron a pasar una serie de evento raros en casa; mi progenitora duerme en el primer piso y yo junto con mi hermano en el segundo.

Las escaleras que bajan a la primera pieza, llegan directamente al sillón que está en la sala, entonces, cuando nos sentábamos a ver la tele, claramente observábamos que alguien se asomaba por las escaleras.

A veces se oyen pasos que van de lado a lado del pasillo que divide las recámaras en la segunda planta y en el cuarto que era de mi hermano, como que alguien hace ruido pareciera que busca algo.

Como yo soy enfermero y a veces trabajo en el turno de noche, llego muy cansado y sólo quiero acostarme a descansar.

Un día me quedé solo en casa y me recosté boca abajo en mi cuarto, a los pocos minutos sentí que alguien se sentó a los pies de mi cama.

Yo le dije: ¡no molestes, déjame dormir!

Acto seguido, dejé de sentir la presión en la cama, pero enseguida, regresó ese "ente" a sentarse a mis pies, sólo que ahora empezó a brincar como un niño en la cama.

A los dos...

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