La herencia maldita de la plataforma Deepwater
Gilberto MolinaMÉXICO, D.F., abril 22 (EL UNIVERSAL).- De pronto se escuchó un estruendo, luego el horror. La plataforma Deepwater Horizon, a mil 500 metros de profundidad en el Golfo de México, frente a las costas de Luisiana, se venía a pique en medio de un derrame de crudo sin fin. Habían pasado tres días de la explosión registrada en el pozo Macondo, que voló una válvula de seguridad equivalente en tamaño a un edificio de cinco plantas y que cobró la vida de 11 trabajadores.
Pero la tragedia apenas iniciaba. Era el 22 de abril de 2010.
En ese momento nadie previó lo que después de tres meses de vigorosa fuga de petróleo se confirmó por autoridades de EU: la presencia del peor desastre ambiental de su historia y el segundo en impacto a nivel mundial de esta naturaleza, sólo detrás del derrame premeditado de pozos en Kuwait por tropas iraquíes en la Guerra del Golfo de 1991.
Una aproximación a los daños
Se estima que 4.8 millones de barriles de petróleo se filtraron al mar durante el colapso de la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de la empresa Transocean y arrendada a la firma londinense British Petroleum, durante 87 días que duraron los trabajos para reparar la fuga, entre el 22 de abril y el 18 de julio de 2010.
La mancha, en el momento de mayor concentración, se extendió de manera visible vía satélite en alrededor de 24 mil 400 kilómetros cuadrados, superficie similar a la del estado de Tabasco.
La organización Greenpeace replicó un reporte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de EU para ilustrar las consecuencias:
-8 mil aves afectadas, de las cuales únicamente mil 423 se recuperaron y fueron puestas en libertad. El resto, 7 mil 144, murieron.
- 613 tortugas marinas muertas. Se rescataron 536 vivas, de las cuales 456 estaban visiblemente manchadas de crudo.
- 153 mamíferos marinos muertos.
Este es un claro ejemplo de los impactos que deja la perforación en aguas profundas y de los peligros que representa para el medio ambiente, sentenció Greenpeace.
México, el riesgo latente
La colisión se registró a unos 80 kilómetros de las costas del estado de Luisiana y se extendió paulatinamente hacia Florida, Alabama y Texas, en la unión americana. Con el paso de los días, la alerta se activó para Tamaulipas y Veracruz, en aguas mexicanas.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), una situación que favoreció el escenario para el país fue que durante la...
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