Herencia cinéfila

AutorDaniel Garibay

Pese a que era un niño tímido, Manuel García Rulfo compartió con su abuelo, del mismo nombre, una de sus más grandes pasiones: el cine.

De él no sólo heredó el nombre, también su afición por filmar historias familiares, siendo su debut en la actuación desde niño.

Ahora, el tapatío de 32 años forja su carrera como actor en cintas como La Última y nos Vamos (2009) y 180 Grados (2010), que recientemente se estrenó, aumentando su presencia en la industria cinematográfica.

"Mi abuelo era un hombre muy importante para mí. Era aficionado al cine y creo que de ahí viene esa herencia para mí, porque hacía peliculitas bien caseras, con su cámara 16 milímetros, y nos ponía siempre a actuar en ellas; luego nos las ponía cuando íbamos a comer", recordó Manuel en el patio de la casa de su abuelo, ubicada en la Calle Jacobo Gálvez, y que ahora es el Hotel Del Carmen.

"Sabía mucho de historia y la platicaba de una manera muy divertida, como un cuento, y me quedaba escuchándolo por horas. Creo que de ahí viene la imaginación de personajes porque siempre hacía mucho énfasis en ello".

Tras ocho años de la partida de su abuelo, García Rulfo conserva sus ocho cámaras de cine y fotografía, y un equipo de edición con el que cortaba sus cintas, las unía y luego proyectaba a su gente, sin tener alguna técnica especial o estudios de cine.

"Yo quería ser director antes de empezar a estudiar actuación, pero por otras circunstancias empecé a probar esto y me atrapó, y no lo puedo dejar ya. A mí el cine desde chico me volaba, me llevaba a otro mundo".

"Siempre tuve la espinita de actuar pero era muy penoso y una vez me animé, cuando estudiaba en el Instituto de Ciencias, a meterme al taller de teatro con todo el sufrimiento del mundo y ahí empecé a actuar".

Sus pininos fueron en obras que escribía su maestro de actuación y pastorelas, y aunque aquí tomó algunos cursos, fue cuando viajó a Los Ángeles que vio en serio la profesión que ahora ejerce, luego regresó al DF y quedó en La Última y nos Vamos, de Eva López.

Después hizo 180 Grados, con Rodrigo Cachero e Iliana Fox, y La Noche de las Flores (2012), de Adrián Burns, que presentó el año pasado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, alterno a eso tomó cursos de fotografía en Los Ángeles, donde lo llamaron para actuar en Bless Me. Última (2010), del director Carl Franklin, al lado de Dolores Heredia y Joaquín Cosío, quienes lo apoyaron.

"Son lindísimas personas. Me orientaban mucho, más que nada en...

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