Heredan pasiónpor el Súper Tazón

AutorFélix Barrón

Para estas familias, el futbol americano es un apellido. La pasión por este deporte, cuya mayor fiesta celebra hoy su edición 50, la han heredado como un 'gen', de generación en generación.

'Respiran' el americano

FÉLIX BARRÓN

Antes, los cinco integrantes de la familia Sainz de Rozas González cabían en una camioneta cuando viajaban a EU a ver partidos de la NFL. Ahora lo hacen en dos, ya que llegaron los yernos y nietos.

"Hemos tenido la oportunidad, gracias a Dios, de conocer muchos estadios. Conocemos unos 15 estadios", indica Antonio Sainz de Rozas González, de 31 años, ex jugador de Pumas y de Borregos del Tec de Monterrey.

Además de Antonio, sus otros dos hermanos, Karla, de 28 años, y Marcelo, de 20, han "respirado" futbol americano, ella como porrista y él como jugador de Pumas.

Al año, señala Antonio, tratan de asistir a entre seis y ocho juegos, tanto colegiales como de la NFL.

La pasión por el futbol la fomentó su papá, don Antonio Sainz de Rozas García, de 54 años, ex jugador de los Auténticos Tigres a principios de los 80, y su mamá Patricia González, ex porrista de las Águilas del Contry.

"Ahorita ya ninguno de mis hijos juega, pero vienen los nietos. Vamos a los estadios a ver juegos", indica Patricia.

Antonio y Karla, quienes ya formaron sus familias, comparten esta pasión con sus hijos.

"Mis niñas son como mis porristas, tienen también muchos jerseys. Ahorita están muy chiquitas, pero yo quiero que disfruten los juegos", expresa el papá de dos niñas.

"Les quiero inculcar que es un deporte muy bonito y obviamente que lo disfruten como su papá", expresa el vecino de la Colonia Lomas del Hípico, al sur de la Ciudad, quien tiene una colección de jerseys de los 32 equipos de la NFL.

"El equipo que sea, a nosotros nos gusta el futbol americano", señala Antonio.

Llevan el deporte en los genes

FÉLIX BARRÓN

Los Auténticos Tigres y los Potros de la Anáhuac siempre han estado presentes en esta familia.

En los años 60, cuando don Efraín Alvarado llegó a vivir a Monterrey, sus dos hijos, Efraín y Jorge, comenzaron a entrenar con Potros y su hija Lorena se convirtió en porrista del equipo.

Más tarde, los muchachos se unieron al equipo de la UANL.

"Este deporte los forja para su futuro, les enseña que no hay imposibles, que siendo ordenados y disciplinados pueden lograr alcanzar sus metas", expresa don Efraín, de 85 años.

Esa "sangre" deportiva continuó una generación después, ya que los hijos de Lorena y su esposo Pedro Garza, Mauricio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR