Haz futbol, no la guerra
| Autor | Roberto Zamarripa |
REFORMA / Enviado
SAN JOSE.- A Wilmer Martínez, un mediocampista de uno sesenta y dos de estatura, bigote ralo y cabello castaño, le avisaron en la banca que había empezado la guerra. "Vino un señor a decirnos a los que estábamos de suplentes que hacia 20 minutos, Estados Unidos comenzó a atacar en Afganistán. Me dio tristeza saberlo", cuenta. Sobre el minuto 80 del cotejo y luego de una falta, que a la altura de la media cancha cometió el propio Wilmer, el mexicano Arellano, conocido como "El Cabrito", tiró un puntapié de desquite y golpeó al tico. Wilmer replicó a gritos y le dijo al mexicano que era un "marrano" y "El Cabrito" replicó diciendo que el equipo costarricense era muy malo.
El señor Antonio Pereira, árbitro oriundo de Brasil, decidió expulsar a los rijosos: Martínez y Arellano. Wilmer dice que eso fue injusto porque quien inició el pleito fue Arellano y, en todo caso, lo sucedido no fue tan grave.
México inició con tres defensas centrales y dos "carrileros" pero mientras otro Martínez, de nombre Gilberto, el lateral izquierdo tico que tiene pie plano y hace unos meses tuvo que ir a España a hacerse unas plantillas para poder jugar mejor, se mantuvo retrasado ante los embates del Cabrito por la franja derecha, del otro lado, Ramón Morales, el de Chivas, no pudo hacer su juego ante las amenazas de Medford y las incursiones de Wallace. Por momentos la defensa mexicana era rebasada con un amenazante Rolando Fonseca que apenas se acercaba al área mexicana y destilaba peligro, o Ronald Gómez que dejó molido a Vidrio. García Aspe, trabajó incesante en la recuperación de balones para dárselos a Joahan quien fue eficaz en perderlos y fallar dos oportunidades francas de gol.
Arriba, en tribuna, fue esparcida la noticia de que Trinidad y Tobago con 10 hombres (y ninguna mujer), aventajaba a Honduras en el estadio de San Pedro Sula lo que se convirtió en anestesia para acelerar la modorra.
México ya no hizo más aunque Javier Aguirre dijera en la conferencia de prensa que no sabía nada del marcador en San Pedro Sula.
El Vasco felicitó al final del encuentro al portero tico Erick Lonis quizás porque entraña un raro caso de ser un futbolista que antes que anunciar cervezas o hamburguesas publicita la lectura de libros. La Nación, el principal periódico de Costa Rica, publica una plana entera con Lonis desviando un balón y una leyenda que dice: "la buena lectura te cautiva y te llega hasta el alma, cambia tu perspectiva y enriquece tu...
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