Harina de Otro Costal/ Ceremonia de villancicos

AutorJosé Antonio Alcaraz

Por estas épocas del año resulta punto menos que habitual referirse a sujetos navideños. En una forma u otra habrán de emprenderse antologías exhaustivas, dedicadas a obras compuestas con esas fechas como tema central.

Sin embargo alguna brotará que, al ser menos conocida, desde luego no ha de figurar. A diferencia del cada vez más inevitable y tedioso oratorio de Handel (1685-1759): El Mesías (1742); tradición postiza, apócrifa, para nuestro medio. A pesar del aplauso.

Este artículo asumirá como tarea primordial la reseña de tres partituras igualmente atractivas, por razones muy diferentes. La primera de ellas Una cantata de Navidad (1941-1953) -para barítono solista, voces de niños, coro, órgano y orquesta- de Honegger (1892-1955) llama la atención por su inusitada simbiosis entre destreza y ternura. Quodlibet magistral donde emerge, con tanto brillo como reciedumbre, un sentido polifónico tan certero como la música francesa no había conocido desde La Arlesiana (1872) de Bizet (1838-1875). En situación idéntica: teniendo como fuentes gemelas materiales de la tradición popular y la destreza del compositor, que se imbrican en pasajes deslumbrantes. Como es sabido, Honegger tuvo una habilidad pronunciada al servirse de masas corales, principalmente en sus oratorios escénicos (Juana de Arco, El Rey David, La danza de los muertos, etc.). Al situarse en terrenos análogos, el compositor hace fructificar la lección de Juan Sebastián Bach (1685-1750) de manera deslumbrante, en términos modernos. Igualmente notoria y certera la superposición -diáfana y compleja en simultaneidad- de varios idiomas.

La fusión de antiguo y actual puede considerarse rasgo común a las tres obras que aquí resultan objeto de crónica. Así, la escritura y estilo de Hugo Distler (1908-1942), según el "Grove" (que por una vez acierta) quedan "caracterizados por su osadía armónica dentro de un ámbito tonal". En La historia de la Navidad (1932) para coro a cappella, esto no puede apreciarse fácilmente a la mera audición. El devenir sonoro de la obra produce la impresión de un tratamiento gregorianizante. Imposible pensar en pureza mayor. La desnudez y ascetismo de sus líneas -suaves...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR