Hallan indigentes refugio en cajeros

Matías Flores, El Mati, es un indigente que vagabundea en el perímetro de la Glorieta de los Insurgentes y la Zona Rosa, y todos los días escoge un cajero automático distinto para pasar la noche.

En un rincón del cajero, en posición fetal, El Mati abre apenas un ojo para observar a quien ingresa al lugar que convirtió en su dormitorio por unas horas.

Cauteloso, intenta hacerse el dormido, pero la luz del flash de la cámara y el rechinido de una puerta metálica lo hacen hablar para pedir un cigarro.

Matías no recuerda desde cuándo vive solo en la calle. Sus pertenencias son un par de zapatos viejos, unos pantalones de mezclilla usados y un abrigo que alguien le regaló, y sobre el cual por las noches recuesta su canosa cabeza para mitigar el sueño, dentro del agradable clima de un cajero automático.

"Antes me quedaba en una banca, pero luego hace harto frío y la gente no me quiere dar cigarros. Me gusta éste porque entro y está limpio", dice sonriente.

Como el de HSBC ubicado sobre Insurgentes casi esquina con Hamburgo, en la Colonia Juárez, son varios los cajeros automáticos de la ciudad que en las noches frías son utilizados como refugio por personas que habitan en las...

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