Hallan en desierto vestigios indígenas

Las construcciones de gigantes parques generadores de energía eólica en grandes extensiones de terreno en Nuevo León han puesto al descubierto miles de antiguas piezas, quizá hasta prehistóricas, que permiten conocer más sobre las primeras poblaciones de la región.

Se trata de raspadores, raederas utilizadas para quitar el pelo de las pieles de animales, manos de moliendas, fogones, cuentas de concha, perforadores, buriles y puntas de flecha.

Estos objetos, que podrían datar de hace 850 a 11 mil 500 años (su antigüedad aún se investiga), han sido desenterrados por cinco arqueólogos del Centro INAH-Nuevo León.

Por ley, estos especialistas en localizar, rescatar e identificar vestigios acuden a realizar trabajos de exploración antes de que inicie una obra avalada por el Gobierno federal.

Tras una reforma energética que favoreció la instalación de plantas de energía renovable en México, las inversiones privadas en parques eólicos y sus aerogeneradores comenzaron a instalarse desde el 2013 en municipios de Nuevo León, como Santa Catarina, General Bravo y Mina.

Para los arqueólogos locales este fenómeno representó la oportunidad de explorar tierras a las que difícilmente tenían acceso.

"Hemos encontrado muchísimos materiales de los indígenas del pasado", dijo el arqueólogo Moisés Valadez, líder del equipo arqueológico del Centro INAH-Nuevo León. "Están en zonas donde no podíamos antes entrar o eran de difícil acceso, porque eran propiedades privadas, ranchos cinegéticos.

"Tenemos una muy buena colección de artefactos, herramientas de los antiguos pobladores, puntas de flecha, puntas de lanzadardos, de todo con lo que se procesaban las fibras".

EL EQUIPO

Paola Cepeda, Aiko Lázaro, César Rosas y Leonel López, además de Valadez, son el equipo de arqueólogos del Centro INAH-Nuevo León que realiza estas excavaciones que desempolvan la historia.

El desentierro más reciente, aunque no de vestigios indígenas, fue el de una serie de durmientes del tranvía que a finales del siglo 19 y principios del 20 cruzaba Monterrey.

El hallazgo, en la calle Guerrero, a un lado del Museo Arquidiocesano de Arte Sacro, aledaño a la Basílica del Roble, fue reportado por METRO el pasado 27 de julio. Las piezas salieron a la luz por los trabajos municipales para ampliar banquetas del Primer Cuadro de la Ciudad.

Estos objetos, al igual que otros vestigios rescatados por los arqueólogos durante más de 20 años, como los rupestres y otros más que dan cuenta del estilo de vida...

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