Hallan deficiencias en Pago en Especie
| Autor | Oscar Cid de León |
El programa de la SHCP que permite a los artistas plásticos liquidar sus impuestos a través de obras de arte, Pago en Especie, ha devenido en la conformación de una de la colecciones públicas más grandes del País. Pero el sistema arroja deficiencias, cuestionan voces que han participado dentro del comité de valoración de obras: los medios alternativos a la pintura y la escultura, por ejemplo, no están representados en las recaudaciones, y algo más grave: no todo lo recaudado vale la pena.
Eduardo Abaroa, miembro del comité hasta este año, no se aventura a estimar qué porcentaje de obra mediocre ingresa a través del programa, pero asegura que la que tiene valor es mínima. ¿Cuánto, un 30 por ciento? "Quizás menos", responde.
Dice que la gran mayoría son piezas que uno puede adquirir en cualquier "bazar de sábado", de "artistas de camellón", añade el curador Santiago Espinosa de los Monteros: "Te encuentras que hay autores muy chafas, de hotel, de galerías ramplonas pero que venden mucho. Sin embargo, incluso los artistas malos tienen derecho a acogerse a él".
Ése el punto que, consideran, debe atenderse.
La propia directora del programa, Cristina López, reconoce en lo señalado una debilidad, pero es clara al señalar que Hacienda no puede discriminar entre un contribuyente y otro, pues los beneficios de la ley son para todos: "El decreto no indica que debamos hacer alguna discriminación", subraya.
Es así que sí un artista "malo" vive de lo que hace, tiene todo el derecho a participar del programa y no puede ser rechazado.
El único requisito es inscribirse bajo el régimen de "artista y técnico independiente", darse de alta en el programa y entregar en tiempo sus contribuciones a partir de un sistema de tablas: si vendió 5 piezas durante el año, deberá entregar 1 obra; si vendió de 6 a 8, 2; si de 9 a 11, 3; de 12 a 15, 4; de 16 en adelante, 5.
Se recaudan un promedio de mil obras al año, estima López.
Espinosa de los Monteros lamenta que se "cuelen" "artesanos": "Si vendiste 40 payasitos con lagrimita o 40 Quijotes y lo demuestras con facturas, pues puedes acogerte a él, pero entonces hay un problema que vale la pena repensar... Claro que también hay creadores con mucha solidez, pero por años mandaron obras muy derivativas, que no querían ya tener en el estudio".
Otro llamado es la necesidad de abrir el programa a medios distintos a la pintura y la escultura y darle más poder de decisión al comité, conformado por ocho creadores o especialistas...
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