Hacienda Molino de Flores: Testigo fiel de la historia
| Autor | Israel Martínez |
TEXCOCO.- La riqueza histórica pareciera negarse a escapar del todo, los edificios y jardines de la Hacienda Molino de Flores se aferran al paso del tiempo para ofrecerle al visitante un poco de historia y formas de vida en las épocas virreinal y colonial; hoy además de permanecer como testigo fiel del recorrer de los años es un lugar para divertirse con la familia.
A tres kilómetros al oriente de la Ciudad de Texcoco se encuentra esta hacienda que hoy en día se mantiene como un parque nacional desde que en 1937 el General Lázaro Cárdenas emitió el decreto que expropiación.
El Parque Nacional Molino de Flores Nezahualcóyotl, alberga en sus 55 hectáreas lugares que podrán interesar a un buen número de visitantes ya que procura darle gusto a todos.
Los niños pueden dirigirse a la sección especial para ellos, donde hay juegos mecánicos pensados exclusivamente para que tengan diversión a su nivel.
Mientras, los padres pueden instalarse en un espacio especial equipado con anafres para hacer un día de campo tranquilo y lleno de historia.
Los contrastes en diversión se hacen presentes, ya que para quienes les gustan las emociones existe una pista de motonetas, para aquellos que prefieren la tranquilidad se puede realizar un recorrido a caballo, con el que se podrá apreciar el parque y pasar un buen rato.
"Esta es la primera vez que vengo, la hacienda me ha parecido muy padre, un poco descuidada pero muy bien, lo que más me gustó fue la plazuela cerca del pórtico y la parte de lo que fue la iglesia", expresó Teresa Flores, quien reside en Cuautitlán Izcalli.
Juan José López, originario de Texcoco, afirmó que la hacienda permite a la gente acercarse a la historia, aseguró que desde hace mucho tiempo, el parque ha ofrecido al visitante, calma y la oportunidad de conocer la historia.
"Además de venir, lo que recomiendo a la gente es que cuando visiten lugares de este tipo, lo mejor es que lean un poco más al respecto y se informen antes de venir, para que la experiencia de ver y conocer los lugares históricos, sea más rica", aseguró López.
Efraín Pérez guía del lugar explicó que en el patio de la hacienda se encuentra ubicado en línea recta al pórtico principal lo que fue el colegio, ahí las institutrices enseñaban a leer y escribir a los hijos de los empleados más allegados al lugar, ya que no todos tenían acceso a la educación en aquella época.
"Así como cada hacienda podía tener su propio colegio, era obligación que por lo menos tuvieran una...
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