Hacen trapecismo con sueños truncos

AutorKarla Garduño

El Señor N y el Señor L tienen en común la profesión de payasos, el amor por una mujer, un par de sueños frustrados y un elefante escondido en un edificio de departamentos.

Y por muy absurda que de repente les parezca la situación, y a pesar del cochinero que han dejado en el pasillo y del elevador descompuesto, el bizarro hurto está justificado en la medida en que es la vía ideal para cumplir un sueño.

Es ahí, justo en el punto donde los sueños tienen el potencial de cumplirse, donde los personajes representados por Silvestre Delgadillo y Rodolfo Garvel se conectan con el espectador convocado todos los sábados y domingos en el Teatro del IMSS.

El puro título de "¿Era Dios Trapecista?", dirigida por Alicia Yapur y apoyada por CECA, ya remite al tema del circo, pero también al absurdo manejado por el dramaturgo tamaulipeco Arturo Castillo y que convierte una obra de trasfondo dramático en una irónica metáfora de la vida.

"Debajo de lo evidente en la obra hay un montón de mensajes que el público puede ir descubriendo e identificándose", dice Delgadillo, quien de profesión es psicólogo, así que sabe lo que dice. "Habrá público que se quede en la historia manifiesta y se la va a pasar muy bien y se va a divertir, y a lo mejor también le van a caer unos veintes; pero lo que yo esperaría es que el público se llevara algo más allá y realmente se identificara y empezara a pensar cuáles son esas características de sí mismo que están puestas allá".

El personaje de Delgadillo, el Señor N se mueve bien en el sueño y lo irracional, pero se ve obligado a bajar a la racionalidad cada vez que choca con el Señor L, con quien ha construido un sueño: tener un circo.

¿Quién no ha soñado con ser su...

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