¡Hacen el oso!
| Autor | Hugo Lazcano |
Un acontecimiento memorable, el cual hizo quedar muy mal a los grandes estudios fue en la entrega de 1973, cuando Marlon Brando, quien ganó la estatuilla de Mejor Actor por su papel en El Padrino, envió a una india apache en su representación.
La mujer tomó el micrófono y tras rechazar el Óscar que le ofrecía el actor Roger Moore, explicó que Brando no aceptaba la distinción por el maltrato de la industria fílmica hacia los indios en Estados Unidos.
Aunque una parte de la audiencia se desconcertó, otra ovacionó el acontecimiento, el cual sin lugar a duda, dio la pauta para que la Academia diera mayor cabida a la pluralidad.
La prensa crítica del momento ironizó sobre el caso de Brando, comparándolo con el de George C. Scott, quien dos años antes rechazara su Óscar por Patton, al considerar de mal gusto poner a competir a grandes actores.
Curiosamente, un año antes del incidente de Scott, John Wayne, el entonces "rudo" de Hollywood, conmovió al gremio cuando lloró al recibir la presea por su trabajo en True Grit.
En la gala de 1974, mientras el actor David Niven hacía uso de la palabra, un espontáneo pasó corriendo desnudo detrás de él.
El público gritó y Niven, un actor culto y poseedor de un afinado sentido del humor salió airoso al decir: "Es fascinante pensar que, probablemente, la única carcajada que ese hombre ha arrancado en su vida ha sido mostrándonos sus pequeñeces".
En 2001, Björk, nominada en la categoría de Mejor Canción Original por la cinta Bailando en la Oscuridad, recibió algunas bromas de los conductores en la alfombra roja por su vestido en forma de cisne.
Por unos minutos se desapareció y, al regresar, cuando una televisora estadounidense se disponía a entrevistarla sobre su vestido, la intérprete se puso en cuclillas para levantarse y mostrar el huevo que había puesto.
Julia Roberts no se quedó atrás y en la ceremonia hizo de las suyas cuando pasó a recoger su estatuilla de Mejor Actriz.
La Academia había pedido discursos breves, incluso, ofreció diversos premios en especie para los artistas que no se tardaran al hacer uso de la palabra.
"¡Qué demonios! Yo ya tengo televisión (en referencia a que le habían ofrecido un sistema de teatro en casa para que no se tardara), y como no sé si voy a volver a estar aquí arriba, me voy a tomar el tiempo que necesite".
La ovación...
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