Hacen con danza crítica al nazismo

AutorYanireth Israde

La atmósfera en los campos de exterminio nazi azotó emocionalmente a la coreógrafa francesa Estelle Clareton, quien prevé expresar su rabia e impotencia en 24 obras, la primera de ellas, el montaje Furies. Alpha 1/24. The monsters within, se presenta por primera vez en la Ciudad de México con la compañía de danza contemporánea canadiense Montréal Danse.

"No es un trabajo sobre los campos de concentración, sino de su experiencia al visitar esos lugares espantosos", aclaró ayer la directora artística del grupo, Kathy Casey, durante una conferencia en la UNAM, institución que por primera vez invita al grupo fundado hace dos décadas, uno de los más innovadores de Canadá y que ha visitado el País en dos ocasiones.

El montaje abreva también de las lecturas que la coreógrafa realizó sobre relatos griegos, donde aparecen "Las furias", como se conoce en la mitología a las diosas justicieras.

Antes de su recorrido por las fábricas de la muerte, Clareton -entrenada también en la disciplina teatral- se ocupaba de temas jocosos, pero después cambió su enfoque, recordó Casey.

"Por desgracia, se trata de un asunto todavía vigente, pues hay golpes todos los días", añadió.

Para transmitir sus vivencias en campos como el de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, que recorrió durante 2004, Clareton recurrirá a distintos "perfiles artísticos", lo mismo danza que fotografía, en un proyecto que podría prolongarse años.

Brío, fuerza y furia se entreveran en esta primera creación, que también explora los monstruos agazapados en el interior de cada persona.

La potencia expresiva de los bailarines se estimula en un escenario austero.

"Se hizo el esfuerzo de vaciarlo completamente, para no estorbar las emociones que transmiten los bailarines al público", detalló Casey.

Pero Furies es, sin embargo, una coreografía esperanzadora, que opone el movimiento y la perseverancia del baile a la catástrofe del Holocausto, donde se calcula que murieron 6 millones de judíos.

Seis bailarines participan en la escenificación, en la cual una puerta adquiere un importancia clave, al grado de que Casey la considera un "personaje" que representa la frontera entre dos mundos.

El montaje, creado por Clareton en 2005, cuenta con la colaboración del pintor Francois Vincent, quien también diseñó los trajes de los bailarines, mientras el autor de la música es Éric Forget, cuya...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR