Hacen carnaval en la campaña
| Autor | Ernesto Núñez |
HUATUSCO.- Andrés Manuel López Obrador desciende de la camioneta blanca que lo trajo desde Cosamaloapan, Veracruz, y camina más de 300 metros en medio de vallas metálicas abarrotadas por miles de personas.
Casi son las siete de la tarde, y él llega al tercer mitin del día en la entidad como si fuera el primero: reparte sonrisas, firmas, selfies, apretones de mano y abrazos. Camina lentamente, dejándose querer por los suyos.
La multitud lo recibe con el grito de "¡Presidente-Presidente", y el candidato responde levantando los brazos, saludando a la distancia a los que le gritan de lejos y acercando la mejilla a algunas mujeres que quieren besarlo.
Es el día 43 y, a la mitad de la campaña de 90 días, López Obrador recorre por tercera vez el tercer estado con más electores del País (5.7 millones de veracruzanos podrán votar el 1 de julio), y lo hace en una camioneta blanca rotulada con el que bien podría ser su nuevo lema de campaña: "La tercera es la vencida".
En esa camioneta, pintada por la campaña de Rocío Nahle, candidata de Morena al Senado, el líder de Morena recorrió ayer 449 kilómetros, de Tuxtepec a Huatusco, pasando por San Andrés Tuxtla y Cosamaloapan.
Más de 20 mil personas, según el dirigente de Morena en la entidad, Manuel Huerta, habrían escuchado el mensaje de López Obrador en los tres mítines en la entidad.
"Yo soy veterano de esto, y te puedo decir que la movilización de Los Tuxtlas de hoy no se había visto desde los 80", dice.
Fue ahí, en San Andrés Tuxtla, en el primer mitin del día, donde la campaña de Andrés Manuel adquirió tonos carnavalescos: media docena de mojigangas --una de ellas con forma del candidato presidencial-- caminaban entre la gente. Los monigotes destacaban en medio de cientos de banderas del PT y de Morena.
Una señora, con credencial de elector en la mano, le gritaba al candidato "te amo" y abrazaba a su compañera, porque López Obrador "las volteó a ver".
En Cosamaloapan, el tabasqueño se multiplica en piñatas, máscaras de papel maché, muñecos de peluche, caricaturas de "Amlito" dibujadas en globos blancos o impresas en cartones que sirven de abanicos. El calor llega a 40 grados.
La calle arde, la gente suda, los diversos jingles de Morena suenan a todo volumen, y el candidato se extiende más de 40 minutos en cada uno de sus tres discursos, recorriendo toda la narrativa de su campaña: desde su compromiso de no traicionar al pueblo, hasta su promesa de regresar...
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