Hacen de Aragón paseo escultórico
| Autor | Julieta Riveroll |
Las 28 campanas diseñadas por artistas como Vicente Rojo, Leonora Carrington, Gilberto Aceves Navarro, José Luis Cuevas y Joy Laville, que durante casi un año se exhibieron en Paseo de la Reforma, tendrán como sede permanente el Bosque de San Juan de Aragón, a partir de mañana.
Las esculturas sonoras ocuparán uno de los camellones más importantes del bosque, cerca de un lago y una pista de corredores, y fueron donadas por los artistas al Gobierno del Distrito Federal, comentó Isaac Masri, autor de esta iniciativa, por lo que Alejandro Encinas, Jefe de Gobierno capitalino, irá a la inauguración.
El Bosque de Aragón se convierte así en uno de los espacios escultóricos más importantes del País, en opinión de Masri.
Las campanas se suman a las 40 obras de gran formato de la muestra colectiva Columnas, expuestas en la Ciudad de noviembre del 2000 a mayo del 2001, esculpidas por 17 artistas contemporáneos como Gabriel Macotela, Roger von Gunten, Manuel Felguérez y Fernando González Gortázar, que también se donaron al GDF.
"Nuestra apuesta es que un mayor número de gente, que no acude a los museos, tenga acceso a obras de arte de excelencia. El Bosque de Aragón no tiene tantos privilegios como el de Chapultepec o el de Tlalpan, que están más favorecidos por su situación geográfica dentro de la ciudad", reconoció Masri.
Campanas fue la última exposición que Andrés Manuel López Obrador inauguró como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el 24 de julio del 2005. Hace un mes, aproximadamente, las piezas se retiraron de Paseo de la Reforma, los artistas las repararon y desde hace 15 días comenzó su montaje en el bosque.
Durante el tiempo que permanecieron en Reforma, el equipo de Masri tuvo que reponer los badajos de las campanas porque la gente los robaba con frecuencia y no tenía sentido dejarlas sin sonido. En la obra de Jesús Mayagoitia fue necesario sustituir las pelotas de metal una decena de veces.
"La campana de Carrington la encontramos rota y se está restaurando en el taller, los columpios de Vicente Rojo se usaban tanto que se caían solos, en algunas campanas se encontró graffiti, pero la gente disfrutó la exposición y se mantuvo bastante bien. Siempre nos hemos preparado para el costo del mantenimiento", dijo Masri.
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