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Hacedores del sabor

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Vincent
AutorDenisse Hernández

El Sacromonte, La Vaca Argentina, Bodega de la Vaca Argentina y, recientemente, Jockey Grill House, son nombres que forman parte del léxico del tapatío cuando de gastronomía se trata.

Estos restaurantes son producto de la creatividad y arduo trabajo de los hermanos Delgadillo, tres tapatíos que han sabido dar el toque de oro para permanecer en el gusto local y atraer a cliente nuevos y conocidos a cada lugar nuevo que abren.

Leonardo Delgadillo, el iniciador de esta historia culinaria, compartió con Buena Mesa los pormenores de su trayectoria.

¿Cómo fue el inicio de su vocación restaurantera?

Yo empecé en la cocina hace 30 años, desde que yo tenía 18; porque a mi papá le gustaba mucho cocinar y a mí ayudarle. Me fui interesando más, compraba revistas de cocina y de vinos, luego gracias a la que ahora es mi cuñada, que trabajaba en Alimentos y Bebidas del Hyatt (ahora Presidente Intercontinental), pude ir a un curso de tres meses para los chefs de la cadena en el País.

Después de eso, comencé a servir algunos eventos para la familia o amistades. Más tarde, empecé a 'jalar' a mis hermanos; Barry (Gerardo) estudiaba Agronomía y Juan estaba terminando la preparatoria; a ellos también les gustó y se quedaron, sobre todo en la parte operativa y administrativa.

Con el tiempo, la gente que nos conocía nos insistía en que pusiéramos un restaurante; empezamos a buscar un lugar y dimos con la casa donde ahora está el Sacromonte.

Después vino en 2005 La Vaca Argentina; en 2007 "La Vaquita" (Bodega de la Vaca Argentina) y hace un par de meses, Jockey Grill House.

También, desde hace cinco años, en sociedad con unos amigos, tenemos un Sacromonte en Salamanca, España, muy chiquito, pero con la misma propuesta gastronómica.

¿Cuál considera que ha sido el secreto de su éxito?

Éxito es una palabra complicada, lo que hemos logrado, es más bien aceptación, la gente de Guadalajara, -que es una ciudad muy difícil- nos ha aceptado, con nuestros errores, que también existen, no somos perfectos.

Algo también muy importante es trabajar todos los días igual, como el primer día. Yo desde muy temprano estoy al pendiente, voy a todos nuestros restaurantes y superviso; son jornadas muy largas y lo mismo hacen mis...

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