Hace la gente suya Madero

Un día después de la apertura del corredor peatonal Madero, la gente ya se adueñó del nuevo espacio urbano ganado a los automovilistas, por donde camina de manera relajada.

A mediodía, sobre el andador había cientos de personas que miraban sorprendidas el cambio, aunque también se pudo ver a un par de las llamadas "estatuas vivientes" moviéndose a ritmo de las monedas que caen en la caja que colocan en el suelo.

"Ojalá así sea", dijo Francisco Vallarta, vecino de la Colonia Santa María la Ribera, quien salió de casa con la única idea de caminar por la calle Madero, comprar libros y tomar café.

Con el calor, Vallarta escurría sudor; las bancas de acabado rústico fueron pocas.

"Pensé que iba a haber más bancas y más sombras, pero no, creo que hubiera estado mejor venir en la noche. Ojalá dure así, ojalá así hagan todo el centro", deseó el vecino.

El piso del andador, color arena, todavía lucía limpio.

A media tarde, varios policías hacían rondines a lo largo del corredor para disuadir a los vendedores ambulantes o...

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