Hace de la foto una aventura

AutorLilia Rubio

REFORMA / Especial

Cuando Jesús López habla de sus aventuras se le encienden los ojos, como si volviera a espiar a la salamandra que se desliza en el agua en busca de un henchido paquete de esperma, o a dos sapos de espuela en cachondo apareamiento en algún estanque temporal. Y no es para menos, en sus múltiples travesías como fotógrafo, investigador y productor de la revista National Geographic, López no sólo se ha topado con escurridizos anfibios en comprometedoras posiciones, sino que incluso le ha tocado estar en una de las recámaras sepulcrales de la belleza egipcia Nefertari, frente a una hambrienta víbora en la selva peruana de Cocha Cashu, con el agua hasta la cintura en alguna ciénaga a medianoche, y en La Realidad, Chiapas, tomándose fotos del recuerdo con el comandante Tacho.

Fue hace una década cuando el originario de Torreón, Coahuila, inició este apasionante idilio con National Geographic, una revista de fama mundial que fue fundada en 1888 por expedicionarios y científicos como Alejandro Graham Bell.

Jesús, de sonrisa fácil y hablar rápido -como el abrir y cerrar de la lente-, lejos estaba de imaginarse las mieles, y las hieles, que le ofrecería esta labor que exige buen ojo y mucho olfato. Su prueba de fuego fue en un aguardentoso ritual: la carrera a caballo de indígenas guatemaltecos en la Sierra de Cuchumatanes.

Ser la boca y los ojos de National Geographic en esta parte del mundo debe ser cualquier cosa menos aburrido.

Así es. En estos años no sólo he convivido con grupos indígenas de México y otras naciones, sino que he aprendido a tomar fotos en las condiciones más extrañas y desafiantes, pues he tenido el privilegio de trabajar con los mejores fotógrafos del mundo, así como con científicos de varios continentes, pero especialmente en México, porque el interés de National Geographic en este país data de hace mucho años. Conocido es su financiamiento de proyectos, como por ejemplo la excavación de las grandes cabezas colosales olmecas en los años 30. Tanto le interesa México a la revista que en 1996 le dedicó todo un número.

Anteriormente, National Geographic sólo había dedicado números completos a países como Australia y Francia. ¿Por qué decidieron hacer lo mismo con México?

Déjame recordarte que la revista ha publicado más de 40 artículos de fondo sobre México, incluyendo uno -hace tres años- muy detallado sobre el volcán Popocatépetl, que fue la llave para que National Geographic participara en la ceremonia de los...

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