Les hace clic: son papás

AutorEugenio Guzmán

Dos rayitas moradas dibujadas en la prueba de embarazo no son suficientes para que a un hombre le caiga el veinte de que va a ser papá.

La noticia llega como sorpresa o susto, y en ocasiones, pasa tiempo para que la idea se estacione como una certeza.

"El hombre va lento, hay una incredulidad al principio, generalmente se da cuenta de que sí va a ser papá después, en el momento en que ve el embrión en el ultrasonido, que se mueve, que le late el corazón, antes de eso no mucho", platica el ginecólogo Leopoldo Vázquez Matute.

De acuerdo con el especialista, a ellos les cuesta más trabajo hacerse a la idea porque no experimentan los síntomas del embarazo y, obviamente, tampoco sienten al bebé moviéndose en su interior. Por así decirlo, viven el embarazo a distancia, vía satélite.

"Sólo en un 20 por ciento de los casos el hombre siente náuseas, asco y mareos", afirma el especialista. El momento clave para ellos, dice, es el parto.

"Un 60 por ciento se pone eufórico, y tuve un caso en que el chavo se desmayó", platica el doctor entre risas.

Hoy en el Día del Padre, cuatro papás recuerdan el momento justo en el que se sintieron completamente metidos en su papel.

Primerizo, pero entrón

Las palabras circulan como en carrusel por la mente de Alejandro Pérez Torres, de 29 años, cuando desea explicar la emoción que sintió al ver por primera vez a su hijo, pero en lugar de echar rollo, se simpatiza con el silencio en franca demostración de que no encuentra palabras.

"No podría explicar ese momento cuando lo vi, cuando me lo pasa el doctor, es una emoción muy extraña", alcanza a decir, reflexivo.

La primera noche en el hospital, él y su esposa Beatriz Vázquez decidieron que para fomentar el vínculo el bebé durmiera con ellos y no en la incubadora. Fue en esa velada, cuando el abogado arrulló a su hijo en un sillón, cuando le cayó el veinte.

"Sentí una emoción de amor, no se me vino a la mente la responsabilidad sino como un sentimiento de amor. Fue algo que no había experimentado durante el embarazo, algo muy diferente. Hace un mes me pasó algo parecido cuando me quedé viéndolo en su cuna, se me vinieron una serie de emociones".

Aunque es primerizo, se ha involucrado en casi todos los cuidados de su tocayito de cinco meses de nacido.

"El bañarlo es algo que disfruto mucho y supuestamente me han comentado que es la forma en que el padre realiza un apego especial con un recién nacido, al bañarlo se identifica en ese momento o hace el apego con el padre".

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