Entrevista / Gutierre Aceves Piña / Coleccionista de hallazgos
| Autor | Karla Garduño |
Un día perfecto para Gutierre Aceves Piña: levantarse con un buen café, abrir boca con un bagel con salmón, un poco de cebolla, alcaparras y aceite de oliva, fumarse un puro, leer, oír música, ver libros de arte, una buena comida con su respectivo aperitivo, otro puro y un coñac, más lectura y la película favorita. Un leve transitar en el propio espacio.
La dinámica relajada, dedicada a poner orden en sus archivos y reorganizar sus proyectos personales, predominó en la vida de este curador una vez que dejó la dirección del Instituto Cultural Cabañas en enero del 2003.
Más de un año después, "reaparece" como coordinador de la Casa ITESO-Clavigero, feliz de regresar a la vida universitaria, donde empezó su carrera cuando era estudiante de la Academia de San Carlos.
Pero sus méritos nunca caducaron y hoy se ha merecido el Galardón al Mérito Museístico que por tercera vez entrega la Secretaría de Cultura dentro del Encuentro de Museos a celebrarse mañana a las 19:30 horas en el Patio de Los Angeles (Cuitláhuac 305).
En este tiempo, Aceves Piña estuvo desarrollando proyectos individuales; curó algunas exposiciones en la misma casa universitaria y actualmente se exhibe en El Trompo una muestra de retrato infantil de su autoría.
Más que un trabajo, su labor como investigador del arte es una forma de ser. No puede evitar los hallazgos que lo descubren y lo envuelven en una tela de preguntas y emociones.
"En principio me gusta hacer las investigaciones porque son cosas que me apasionan por motivos personales", explica en la cafetería de su nuevo trabajo, una tentación para el ocio. "Al margen de que el resultado pueda o no ser interesante para alguien, lo que es disfrutable para un investigador es todo este proceso de la investigación; la culminación ya es como un paso natural.
"Cuando vas descifrando y vas encontrando las pautas y puedes ligar todos los cabos sueltos, esa parte es la que se disfruta muchísimo".
Los motivos personales son su historia misma. Su padre, el doctor Pascual Aceves Barajas, fue el primero en interesarse en la vida y obra de Hermenegildo Bustos, uno de los pintores más importantes del siglo 19 fuera de la academia y originario también de Guanajuato.
Era de tal importancia la colección que el doctor tenía, que su casa en San Francisco del Rincón se convirtió en el Museo Hermenegildo Bustos y mientras la familia realizaba sus actividades cotidianas, los turistas paseaban admirando las obras.
"En la casa había colecciones de...
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