Gustavo de Hoyos Walther / El gigante despertó

AutorGustavo de Hoyos Walther

Fuimos cientos de miles tan sólo en la Ciudad de México. Si sumamos al millón y medio de mexicanos y mexicanas que se manifestaron presencialmente en más de 100 ciudades, dentro y fuera de nuestro país, así como a las expresiones de apoyo en redes sociales, somos ya decenas de millones quienes probablemente ya conformamos la mayoría en este país.

Ese gigante silencioso -la fuerza política más grande de México- ha dado un gran paso y llegó pisando fuerte y macizo en el Zócalo y en otras plazas en todo el territorio y más allá de las fronteras. Esa es la voz y la fuerza de la sociedad civil. Somos personas de todas las edades, creencias, origen étnico, preferencias y estratos económicos que queremos seguir en democracia, que exigimos que se respeten nuestras libertades y que el domingo 26 gritamos juntos: ¡nuestro voto no se toca!

Nos reunimos para defender el voto como ciudadanos libres. La mayoría somos ajenos a toda militancia partidaria y, los menos, son miembros o simpatizantes de algún partido. Lo que nos une a todos es el rechazo categórico a la reforma electoral regresiva llamada "Plan B".

Las conspiraciones torpes fracasan desde la primera instancia. Sabedores de que la reforma no resiste un debate racional, los legisladores incondicionales del Gobierno fueron los únicos en votar a favor de ella, sin haber esgrimido un solo argumento.

La Marea Rosa rechazó la reforma porque despoja a los mexicanos del avance democrático que se construyó colectivamente por décadas. Sin embargo, la mayoría legislativa del oficialismo no quiso escuchar las razones de la sociedad civil que anticipó el carácter regresivo y antidemocrático del Plan B. Pues bien, ahora tendrán que escuchar al gigante que se ha despertado y que hizo suyo el Zócalo. Hoy ya caminamos juntos por toda la Nación.

La Marea Rosa se formó y crece con el ímpetu de ciudadanos que saben que el Plan B es una traición a la evolución democrática de México.

Esta evolución sería impensable sin personas como Jesús Reyes Heroles, Luis H. Álvarez, Heberto Castillo, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Manuel Clouthier del Rincón, así como de mujeres y hombres que quizás no coincidían en sus ideas, pero que tenían en común el deseo de ver a México como una democracia con ciudadanos libres.

México es una democracia: ese es nuestro acuerdo fundamental. La historia del México independiente está construida con luchas sociales, ideológicas e incluso armadas para consolidar la...

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