Gustavo Fondevila / El jefe Apolo
| Autor | Gustavo Fondevila |
El jueves pasado, el Secretario de Seguridad Pública local, Jesús Rodríguez Almeida, presentó su primer informe de labores ante la Asamblea Legislativa. El eje de la comparecencia ha sido -para variar- los grandes y desconocidos éxitos de hoy y de siempre a lo que esta vez, caliente todavía la recomendación 7/2013 por el 1Dmx, se sumó el respeto de los derechos humanos. Rodríguez Almeida insistió en repetidas ocasiones en manifestar el compromiso de la SSP-DF con los lineamientos nacionales e internacionales en la materia, con el desarrollo de políticas específicas y con las obligaciones de prevenir, investigar y sancionar violaciones a derechos humanos. Aunque esto último no parece extenderse a los propios integrantes de la institución.
De todos modos, en la Asamblea no pasó nada. Los diputados capitalinos cuestionaron al Secretario de Seguridad por los abusos policíacos cometidos en las detenciones del 1Dmx pero no se metieron con el nudo del problema: la renuncia de Rosales Gamboa.
"YO NO TENGO NADA QUE DECIR"
Entre otras cosas, el Secretario de Seguridad Pública explicó a los asambleístas las funciones básicas de la Policía (mantener el orden público, proteger la integridad física y patrimonial de las personas, prevenir la comisión de delitos, etc.) quizás como espejo de lo que falta en la Ciudad o porque creía que los diputados no lo sabían. Y quien sabe si no tiene razón porque los asambleístas se concentraron en criticar los abusos policiacos y detenciones ilegales del 1Dmx pero omitieron preguntarle al Secretario las razones para mantener en el puesto al que diseñó e implementó el operativo, el subsecretario de Operación Policial, Luis Rosales Gamboa, el llamado "Jefe Apolo".
Ninguno de los diputados de la Asamblea Legislativa hizo referencia a que la recomendación de la CDHDF está dirigida -entre otros- básicamente a este policía que encabezó la intervención policial. Al punto tal que el propio Ombudsman, Luis González Placencia, cuestionó directamente su permanencia en el cargo. Ni siquiera la presencia de Rosales Gamboa en el recinto, acompañando a su jefe, sirvió de recordatorio para los diputados. Y como mínimo, esto es muy curioso. Porque la Policía puede presentarse llorando y de rodillas en la Asamblea para explicar que respetan los derechos humanos y los diputados hacer su berrinche y obligarlo a transpirar un poco a Rodríguez Almeida con algunas...
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