Gustavo Fondevila / El escándalo del equipaje

AutorGustavo Fondevila

En diciembre del año pasado, tres sobrecargos de Aeroméxico, Gerardo Zárate Álvarez, Luis Isbaal Avilés García y Eduardo Pérez Anaya, fueron detenidos en el Aeropuerto de Madrid-Barajas con 135 kilogramos de cocaína. Pero lo más interesante está debajo. Porque para poder "sacar" droga por el aeropuerto de la Ciudad de México (o de cualquier otro) es necesaria una enorme red de complicidades que van desde empleados menores, pasando por funcionarios, empresarios y por último, la seguridad privada (Eulen) y la pública (Policía Federal). Y si no lo cree, intente pasar usted por los múltiples filtros, explicaciones, revisiones y detectores donde hay que prácticamente desnudarse, sacar las manos de los bolsillos, pararse arriba de unos pies dibujados en el piso, levantar los brazos y explicar que unos anteojos son solamente unos anteojos.

El verdadero delito

El Aeropuerto de la Ciudad de México es el lugar posiblemente más vigilado de la Ciudad: Migración, Procuraduría General de la República, Policía Fiscal, Protección Civil, Policía Federal, seguridad privada contratada por las aerolíneas, seguridad privada general y los oficiales de enlace del Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos. Y por si todo este personal resultara poco, cada rincón del aeropuerto es grabado por cámaras las 24 horas. Pero la droga sigue pasando... Ya en el 2008, el entonces secretario de Seguridad Pública de la Ciudad, Joel Ortega, afirmaba que el aeropuerto era más importante que Tepito como centro de distribución de droga de la Capital.

Esta situación -entre otrasse reflejó en la auditoría realizada por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) en el marco de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) que degradó al aeropuerto del nivel uno al dos en el 2010. Los motivos fueron las pésimas normas y gestión de la seguridad, la baja experiencia de los operadores, la mala administración del espacio aéreo, el rezago normativo (reglamentos), la falta de control de las licencias de pilotos, etc.

En resumen, todo el ensañamiento de revisión y control del aparato de seguridad se concentra en los pasajeros y paradójicamente no sirve para nada. En el fondo, es puro teatro porque la droga se filtra y además, porque ese no es el problema delictivo central del aeropuerto. Es cierto que hay un escándalo con el equipaje pero no es el de las drogas.

Según un estudio del Instituto Politécnico Nacional (IPN- 2010) basado en datos de la...

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