Gustavo Fondevila / Detenciones por sospecha

AutorGustavo Fondevila

Después de haber trabajado todo el día en su propia mudanza, el viernes 26 de julio pasado, Juan Pérez salió de su casa en la calle Río Lerma (entre las calles de Río Elba y Río Hudson), en la Colonia Cuauhtémoc por la noche (01:30 horas) cuando un policía, llamado José Rodríguez Téllez (placa 812299), bajó de una patrulla estacionada (matricula 7525) y lo llamó. Le pidió que le enseñara sus cosas y abriera sus pertenencias (básicamente una mochila). Juan Pérez le pidió que fundara y motivara su petición y que lo presentara al Ministerio Público. El policía se puso nervioso y se justificó diciendo que en la zona hay muchos robos de autopartes y -lo mejor- que como es policía preventivo podía hacer detenciones preventivas (la lógica del razonamiento policial es imbatible). Juan Pérez llamó inmediatamente al Centro de Atención del Secretario de Seguridad Pública (CAS) para poner un reporte (Número 777524) donde le indicaron que debía presentarse al día siguiente (sábado 27 de julio), a ratificar la queja por escrito en el edificio de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (Liverpool 136, piso 7).

Cuando Juan Pérez se presentó a ratificar la queja, el encargado (Licenciado Daniel García) no lo dejó pasar y le señaló tres cosas: 1) que la queja no podía ser ratificada "porque no hay luz" y para llegar al piso 7 "hay que subir escaleras"; 2) que "sin luz no hay sistema para capturar la queja" y -nuevamente lo mejor- 3) que las detenciones preventivas no son una irregularidad sino la principal política de la SSP-DF para prevenir el delito. Aquí se nota de inmediato que el sistema está aceitado y funciona bien: para detener inocentes y rechazar las quejas legítimas no reclutan a cualquiera sino a gente con talento que le pone literatura, gracia y estilo al asunto.

SOSPECHA RAZONABLE

O quizás no se trate de mentiras. Es difícil de creer que las "detenciones por sospecha" basadas en la intuición o percepción policial de la peligrosidad del individuo en cuestión, sean una política oficial de la SSP-DF. Pero parece obvio que es una de esas prácticas comunes que las instituciones policiales desarrollan como forma de su cultura de hacer las cosas y de entender el modo en que debe hacerse el policiamiento. Para darle una idea del tamaño del problema, cuando -presionados por organismos de derechos humanos-...

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