'El guionista imagina una película y ve otra'

AutorLeonardo Tarifeño

"No hay nada que odie más que el trabajo en grupo, ese baño comunal en el que los pelos y el sueño se mezclan con la mediocridad múltiple", confiesa Vladimir Nabokov en el prólogo al guión de Lolita. ¿Ese recelo es compartido por todos los narradores que escriben una película? "Es difícil saber eso, pero lo llamativo es que la frase de Nabokov se refiere a una obra de Stanley Kubrick... ¡que era el cineasta más libre del mundo!", advierte Nicolás Echevarría, director de Vivir mata y coadaptador del guión original de Juan Villoro.

"Si Nabokov veía así a Kubrick, ¡entonces qué queda para nosotros!", concluye, con una sonrisa que parece irónica y amarga a la vez.

¿Cómo se trabaja con un escritor metido a guionista?

Bueno, ya lo dice Nabokov: el escritor padece mucho el trabajo en grupo. En el cine hay un plan colectivo, hay que tener en cuenta la opinión del elenco, se deben "aterrizar" costos y recuperar la inversión... sin estos factores, no hay cine. Y en la literatura no hay nada parecido. Creo que esto es lo que los escritores sufren especialmente.

Y si ya sabe que los escritores sufren su participación en el cine, ¿por qué se unió a Guillermo Sheridan en Cabeza de Vaca y a Juan Villoro con Vivir mata?

Ah, lo que pasa es que a mí me gusta mucho trabajar con mis amigos más íntimos.

Uno podría pensar al revés, que la amistad y el trabajo no deberían mezclarse.

No, yo tengo una concepción totalmente diferente. A lo mejor es una cosa muy arriesgada, muy terrible... pero me encanta realizar proyectos con mis amigos, aunque eso implique que caminemos por la cuerda floja y siempre estemos a un paso de terminar con nuestra amistad.

Lo bueno es que al final quedamos igual de amigos, y a veces mucho más amigos, como ha sido el caso con Juan Villoro.

Para mí todo esto es un reto muy importante, una especie de terapia de la verdad en la que mis amigos y yo pasamos por pruebas terriblemente difíciles y aún así seguimos siendo amigos.

Al riesgo de hacer una película le suma el riesgo de perder una amistad.

Puede ser... pero filmar siempre es un riesgo. En el caso de Vivir mata, yo asumí el riesgo de hacer algo que no había hecho antes, y eso generó reacciones que me hacen sentir como una monja convertida en puta.

¿Cree que para un escritor es más conflictivo tomar un riesgo en el cine que en la literatura?

Definitivamente, porque en el cine hay muchas cosas que no dependen de ellos. La mayoría de los autores ni siquiera se animan a adaptar sus propias...

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