Guillermo Velasco Barrera / ¿Persecución religiosa?

AutorGuillermo Velasco Barrera

El pasado 25 de diciembre fue hallado sin vida el cuerpo del sacerdote Gregorio López Gorostieta, conocido como "Goyito" en la zona de tierra caliente en Guerrero, quien tres días antes fuera levantado por un comando armado cuando se dirigía en su camioneta al seminario de Ciudad Altamirano.

En un principio corrieron versiones de que el cadáver del sacerdote de 39 años fue hallado con un tiro en la cabeza, pero esta semana la Fiscalía de Guerrero señaló que la causa de su muerte fue asfixia y que mantienen varias líneas de investigación para esclarecer este homicidio.

El Papa Francisco condenó enérgicamente este suceso, a través de una carta de pésame dirigida al Obispo de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez Miranda, firmada por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin. De igual forma, el Episcopado Mexicano alzó la voz para decir "Ya Basta" a la violencia que impera en México, y de la cual no han escapado sacerdotes, religiosos y jerarcas de la Iglesia Católica.

De acuerdo con el Centro Católico Multimedial, en los últimos 12 meses han sido asesinados tres sacerdotes en Guerrero y desde que comenzó el Gobierno del Presidente Peña Nieto han sido nueve los ministros de la Iglesia Católica que han perdido la vida en manos de la delincuencia y otros dos curas se encuentran desaparecidos, sin que se sepa nada de su paradero.

Dicho Centro Católico apunta otros datos preocupantes: desde 1990 han sido asesinados en México un Cardenal, 34 sacerdotes, un diácono, tres religiosos, cinco laicos consagrados y una misionera laica dedicada al periodismo, y concluye que el nuestro es el país latinoamericano más peligroso para ejercer el ministerio sacerdotal.

Así pues, el asesinato del sacerdote Gregorio López se suma a una cadena de hechos violentos contra ministros de la Iglesia, que hasta este momento permanece impune. Ninguno de estos casos ha sido esclarecido en lo que va del actual sexenio, tampoco los cientos de amenazas y extorsiones contra sacerdotes, seminaristas y religiosos.

El sacerdote Gregorio López Jerónimo, de la Diócesis de Apatzingán, señaló que el asesinato de su homólogo se debió a denuncias que hizo contra el Cartel "Guerreros Unidos", la organización que presuntamente asesinó a los normalistas de Ayotzinapa en colusión con autoridades guerrerenses emanadas del PRD.

Lo...

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