Guerrero: incógnita electoral
| Autor | Ernesto Núñez y Octavio Ortega |
¿Habrá o no habrá comicios? Ésa es la duda principal en una entidad lastimada por la pobreza, la violencia y el conflicto; dividida por la desigualdad y la injusticia, y agraviada por la desaparición de 43 estudiantes.
Cuna de movimientos revolucionarios y guerrilleros, Guerrero se caracteriza por la presencia de caciques regionales que durante décadas controlaron toda la actividad económica y política; pusieron alcaldes y gobernadores, y encumbraron a familias y personajes que gobernaron desde 1928, bajo las siglas del PNR, primero, y del PRI a partir de 1941.
En 2005, Guerrero conoció la alternancia con el triunfo de Zeferino Torreblanca, un contador que trabajó para las cámaras empresariales locales y que en 1993 fue candidato externo del PRD a la alcaldía de Acapulco, cargo que alcanzó hasta los comicios de 1999. Su administración como gobernador tuvo el sello de la corrupción y del incremento de la inseguridad, los secuestros, la narcoviolencia y las desapariciones forzadas. En su mandato se cometieron actos represivos contra organizaciones campesinas y estudiantiles, como los normalistas de Ayotzinapa, y ocurrieron asesinatos políticos como el del diputado Armando Chavarría Barrera, perredista que había denunciado los abusos del gobernador.
Incapaces de presumir un gobierno de izquierda, los dirigentes nacionales del PRD decidieron en 2011 postular al priista Ángel Aguirre, ex gobernador interino al que le tocó concluir el mandato de Rubén Figueroa tras el asesinato de campesinos en Aguas Blancas, quien perdió el proceso interno del PRI frente a Manuel Añorve. En su gobierno, florecieron los grupos de autodefensa, se cayó el turismo en Acapulco y creció la inconformidad de grupos como los normalistas de Ayotzinapa y los maestros de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero, que hoy, tras el caso Iguala, mantienen su amenaza de boicotear los comicios.
El PRD no llega en buena forma a una elección en la que tratará de refrendar su bastión con la candidata Beatriz Mojica, ex secretaria de Desarrollo Social de Ángel Aguirre e integrante de la corriente de Los Chuchos, pero tiene como ventaja la debilidad de sus contendientes: el PRI postula otra vez a un viejo político, Héctor Astudillo Flores, quien perdió las elecciones frente a Zeferino Torreblanca en 2005. Y el PAN recurre a Jorge Camacho, locutor, patiño del payaso Brozo y animador de eventos en la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota en 2012...
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