Guatemala: Encrucijada electoral

AutorEstefania Escobar

Guatemala llega hoy a la elección presidencial con múltiples focos rojos por la persecución del Gobierno de Alejandro Giammattei contra opositores, periodistas y funcionarios judiciales.

El primer paso fue la suspensión de aspirantes presidenciales que desafiaron al sistema.

Luego, cuando un diputado poco conocido, Bernardo Arévalo, sorprendió y pasó a la segunda vuelta electoral, se hizo un recuento de votos. Tras esa revisión -que incluso le sumó más apoyos a Arévalo-, vino una ola de desprestigio contra el candidato y su partido y los intentos de sacarlo de la contienda.

En medio de una serie de acciones emprendidas por la Fiscalía, incluso contra las autoridades electorales, Guatemala avanzó con incertidumbre al balotaje de hoy domingo para definir al sucesor del Presidente Giammattei.

La judicialización del proceso, según el analista político y ex Canciller Edgar Gutiérrez, se explica en que la élite política tiene miedo de que el próximo Mandatario sea alguien ajeno a su estructura y represente una amenaza para sus intereses.

"Temen que el dominio absoluto que han logrado del Estado durante el periodo de Giammattei se les fracture, y se les fractura desde una pieza clave del Estado, como es el Ejecutivo (...): están temerosos de que represente una amenaza para sus intereses, para su impunidad y para continuar la corrupción que les ha traído tantos beneficios estos años", dice Gutiérrez en entrevista.

Previo a la primera vuelta electoral, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) suspendió, a pedido de la Fiscalía, al menos a tres candidatos que se presentaban a sí mismos como una alternativa de cambio para Guatemala: el empresario Carlos Pineda, quien destacaba como favorito en las encuestas; la líder indígena izquierdista Thelma Cabrera, quien pretendía organizar a los pueblos indígenas del país que se han visto afectados por una serie de proyectos extractivistas, y el derechista Roberto Arzú, quien aseguraba ser el mayor opositor de las élites políticas de la nación.

Pocos días antes de esa votación del 25 de junio, The New York Times publicó una investigación que señala que una jueza del TSE fue sobornada por gente cercana al Presidente para sacar a dichos candidatos de la contienda. La jueza y los funcionarios supuestamente implicados negaron las acusaciones, y el Gobierno guardó silencio respecto al tema.

El impacto de esos hechos, junto a la creciente pobreza que asfixia a la mayoría de la población guatemalteca, se dejó venir en las...

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